Oviedo, Álvaro FAES

El Gobierno de Mariano Rajoy se sacó ayer de la manga una medida inesperada que puede dar al traste con uno de los pilares que como nueva fuente de ingresos preveía el próximo Presupuesto del Principado, ya en el último tramo de negociación entre los grupos socialista, de Izquierda Unida y UPyD. El Partido Popular añadió por sorpresa una enmienda a la ley de medidas tributarias que se debate en el Senado por la que crea un impuesto sobre los depósitos bancarios muy similar al que habían pactado PSOE e IU en Asturias, sin que el partido magenta hubiera expresado oposición. Con una salvedad. El gravamen del tributo del Ministerio de Hacienda es del 0%, es decir, que el impuesto no tiene afán recaudatorio, pero es suficiente para frenar las aspiraciones asturianas de contar con uno propio, pues dos administraciones no pueden gravar el mismo hecho imponible.

La noticia corrió como la pólvora en la Junta General del Principado a media mañana de ayer. Transcurría la sesión plenaria cuando un despacho de «Europa Press» alteró la calma. Comenzaron los cuchicheos, los paseos de escaño a escaño y los mensajes de móvil a móvil.

En unos minutos, las bancadas quedaron semidesiertas y la acción de los portavoces y diputados implicados en la negociación del Presupuesto se trasladó a los pasillos, a las mesas más discretas de la cafetería -si es que alguna lo es- y al despacho que el Consejo de Gobierno tiene junto al Hemiciclo. Se palpaba la tensión y el presidente del Principado, Javier Fernández, no tardó en hacerla evidente. «Deslealtad y fraude de ley», fue lo primero que salió de boca del números uno de los socialistas asturianos. Bastante para quien presumía de mantener una relación correcta con el Gobierno de Rajoy. «Se hace para que las comunidades no puedan aplicar ese impuesto y bloquear la capacidad autonómica tributaria de las comunidades. Por eso es una deslealtad institucional», se quejó el jefe del Ejecutivo.

El enfado viene por el momento elegido, en plena negociación del Presupuesto y por el evidente perjuicio que la medida puede provocar en Asturias, dicen desde el equipo del Presidente, donde ya calculaban que la región podría beneficiarse de una recaudación anual en torno a los 30 millones de euros.

La hoja de ruta, no obstante, no ha variado un ápice. El Gobierno regional continuó ayer su ronda de reuniones con Izquierda Unida y UPyD, ante quienes mantuvo su intención de aplicar el tributo a la banca.

En realidad, Asturias es la única comunidad autónoma a la que golpea de lleno este impuesto sin recaudación. Extremadura, Andalucía y Canarias, que ya lo tenían en vigor, después de una década de viajes judiciales con final en el Constitucional en el caso extremeño, gozarán de una compensación del Estado de acuerdo a la ley de Financiación Autonómica.

Alzó mucho más la voz Ángel González, el portavoz de Izquierda Unida, el primero en emitir un juicio, apenas diez minutos después de tener la noticia. «Es una desvergüenza. El PP se ha quitado todos los velos y demuestra que le interesa más el futuro de los banqueros que los ciudadanos». Foro habló vía comunicado, a través de su diputada Teresa Alonso. «Somos contrarios tanto al establecimiento de nuevas figuras impositivas, como esta tasa que se saca de la manga Rajoy, aunque sea a tipo cero, como al impuesto que reclama IU, como a la subida de impuestos que pretenden UPyD, IU y PSOE en Asturias». El PP optó por el silencio.