Oviedo,

Á. FAES / P. GALLEGO

Asturias tendrá Presupuesto en 2013 tras un año con las cuentas prorrogadas. El acuerdo definitivo se retrasó hasta primera hora de la tarde de ayer, cuando Ignacio Prendes, el único diputado de UPyD, abandonó la sede de la Consejería de Hacienda, adonde se había desplazado a media mañana, con el compromiso de que las cuentas reflejarían sus peticiones. Logrado este respaldo y el concedido el pasado lunes por Izquierda Unida, el Consejo de Gobierno se reunió a las cinco de la tarde para que, una hora después, la consejera de Hacienda, Dolores Carcedo, entregase a Pedro Sanjurjo, presidente de la Junta General, la memoria digital con los números del Principado para el año próximo.

El Presupuesto asciende a 3.808 millones de euros, de los que, remarcó la responsable de Hacienda, «el 67 por ciento (2.565) corresponde a gasto social». El apartado de inversiones se lleva 364 millones, inferior a los 423 que figuraban para 2012 en el plan económico y financiero, cantidad que el Principado logró con 161 millones de créditos bancarios y 261,7 del fondo de rescate autonómico.

La de ayer fue una ronda de fotos ganadoras. La del Gobierno, porque logró acordar unas cuentas que ahora iniciarán su tramitación parlamentaria con el 28 de diciembre como fecha para la votación final; la de Izquierda Unida, que consigue el impuesto a los bancos, además de una amplia batería de medidas sociales; y la de UPyD, un partido con un solitario diputado al que la aritmética parlamentaria lo ha convertido en piedra angular para la toma de las decisiones más relevantes.

De la Consejería de Hacienda la acción se trasladó al caserón de la calle Fruela, al Parlamento. Dolores Carcedo entregó el Presupuesto a Sanjurjo y destacó «el importante respaldo político conseguido». Poco después, en el mismo edificio, Ignacio Prendes aplicaba todos los matices a su decisión de apoyar las cuentas autonómicas. «Éste no es el Presupuesto de UPyD, es del Partido Socialista y del Gobierno de Javier Fernández, pero no ha sido un acuerdo a la trágala, un sí o sí, sino el mejor pacto al que pudimos llegar». Una satisfacción a medias confirmada cuando añadió que están «dispuestos a mejorarlo durante la tramitación», lo que avanza que la formación de UPyD será activa a la hora de proponer enmiendas parciales. No las temen los socialistas, diría más tarde su portavoz, Fernando Lastra, tras una acogida muy diferente por parte de IU. La coalición avisa de que el pacto «es el que es» y que para enmendarlo también hará falta un acuerdo con ellos.

Negociar en el alambre

El Partido Socialista y su Gobierno lograron convencer con su proyecto a dos fuerzas tan antagónicas como Izquierda Unida y UPyD. «Fue doblemente difícil; es el Presupuesto de la solidaridad», dijo el secretario de organización de la FSA, Jesús Gutiérrez, la misma tarde en que se cerró el acuerdo.

El impuesto bancario por bandera

La condición innegociable de Izquierda Unida fue crear un impuesto a los bancos sobre sus beneficios. La irrupción del Gobierno central -creó a tipo cero uno similar que los puede hacer incompatibles-, una «macarrada» para los responsables de IU, no ha frenado la iniciativa, ya incluida en las cuentas.

Empleo juvenil e innovación

El partido magenta retrasó su visto bueno hasta última hora. En el haber de su formación, Ignacio Prendes apunta el compromiso del Gobierno de dotar con 17 millones un plan de empleo para jóvenes y de conseguir otros 19 para desarrollar una política de investigación, desarrollo e innovación (I+D+i).