Oviedo, Eloy MÉNDEZ

La Universidad de Oviedo contará el próximo curso con una doble titulación, en Derecho y Administración de Empresas. El rector, Vicente Gotor, anunció ayer, durante la sesión ordinaria del claustro, la creación del segundo grado de estas características en la institución académica asturiana, tras el inicio el pasado septiembre del que aúna Matemáticas y Física. Además, admitió que el proyecto de construcción de una estación frente a la costa del Cantábrico para la investigación marina y el desarrollo de energías renovables está en el aire. «En los próximos días decidiremos si seguimos o no adelante con la idea, pero lo que tengo claro es que no vamos a hipotecarnos por una inversión de riesgo», señaló en relación con esta gran plataforma, con una asignación de once millones y que en parte se financia mediante créditos.

Gotor centró su intervención ante el nuevo claustro, constituido tras las elecciones de noviembre, en los recortes. «A pesar de que hemos perdido profesores asociados y no podemos renovar todas las plazas públicas por mandato del Gobierno, hemos hecho un esfuerzo enorme para que todos los jóvenes ayudantes doctores, pieza fundamental de nuestro engranaje, continúen formándose en nuestra Universidad, algo que no han hecho muchas otras», indicó. Además, se felicitó por haber convencido al Principado de congelar las tasas de primera matrícula y por los contratos de colaboración que la institución académica ha firmado con casi 400 empresas.

En el plano docente, destacó la creación de Derecho y Administración de Empresas, que comenzará en septiembre de 2013 y que permitirá a los matriculados conseguir los dos títulos al final de su carrera. También hizo hincapié en el crecimiento de las clases bilingües en español e inglés, que reciben 437 estudiantes de diez especialidades, y el aumento de la movilidad internacional de profesores y alumnos en un 20 por ciento dentro de la Unión Europea. «Hemos avanzado notablemente en lo relacionado con la internacionalización», subrayó. Y aprovechó para censurar veladamente algunos aspectos de la reforma de la Educación Superior que prepara el Gobierno. «Es posible que el comité de sabios, entre comillas, que debe presentar un borrador al Ministerio esté pensando en cambiar los actuales estudios para que los grados duren tres años y se complementen con másteres de dos», indicó, frente al actual modelo mayoritario de cuatro más uno. «De momento, es sólo una posibilidad», apostilló el rector, ante el revuelo que provocaron sus palabras.

A pesar de sacar pecho por «contar con unas cuentas saneadas y transparentes», Gotor admitió que «tendremos grandes problemas de tesorería si no se solucionan los impagos del Principado», que adeuda siete millones de euros a la institución. Y añadió que «nos encontramos con uno de los escenarios menos favorables que hayamos podido vivir», por culpa de los ajustes. No obstante, alabó que la directora general de Universidades, Miriam Cueto, haya garantizado un esfuerzo para financiar 48 becas autonómicas «Severo Ochoa» para la investigación, cuando «sólo cuenta con un presupuesto para 30», y destacó que los beneficiados por este programa recuperarán las estancias cortas en el extranjero durante los próximos meses. «Aun así, es preocupante que la aportación regional se vaya a reducir en once millones el próximo año», puntualizó.

El director del departamento de Organismos y Sistemas, José Manuel Rico Ordás, tomó la palabra para poner en duda la viabilidad de la estación experimental marina frente a la costa y pidió frenar los ajustes. El rector respondió al catedrático de Geología Luis Sánchez de Posada que prefiere en la Universidad «a los jóvenes antes que a los eméritos», en relación con los criterios fijados para conceder esta categoría. Y Concepción Masa, titular de Análisis Matemático, pidió sin éxito información sobre el aumento de las horas docentes en relación con el pasado curso.

Gotor adoptó un tono aún más grave cuando tocó hablar del «tijeretazo» a la investigación. «Ante la falta de recursos nacionales, muchos de nuestros grupos están recurriendo a la Unión Europea, pero conseguir financiación por esta vía es mucho más complicado», indicó. «Con la crisis se agudiza el ingenio, pero hace falta demasiado ingenio para hacer frente a la actual situación», añadió. Por eso, se comprometió a «optimizar los recursos» para favorecer la actividad científica. Entre sus promesas, también citó «avanzar en la estabilización de las plantillas docente y administrativa, dialogar con los estudiantes para modificar el régimen de permanencia, mantener las políticas de internacionalización e impulsar el patrocinio y el mecenazgo de las empresas privadas».