Oviedo, L. Á. VEGA

El grafeno, una variedad del carbono, es uno de los materiales con más futuro debido a sus propiedades, que le permitirán desbancar al silicio. Es el material más fino, conduce la electricidad mejor que el cobre, es muy flexible, aunque más fuerte que el acero, y es transparente, con lo que puede aplicarse a la óptica. La UE concedió ayer mil millones de euros, a cobrar a lo largo de un decenio, al «proyecto Grafeno», en el que se incluyen 650 grupos de toda Europa, dos de ellos en Asturias, la Universidad de Oviedo y el Instituto del Carbón. El proyecto ha ganado el concurso europeo de tecnologías futuras y emergentes, junto al del cerebro humano, que recibirá otros mil millones. Los investigadores del grafeno en Asturias se mostraron esperanzados con esta inyección de fondos, que permitirá desarrollar aplicaciones comerciales a este material en unos diez o veinte años. Eso sí, dudaron de que esa lluvia de millones caiga en Asturias, ya que «hay grupos más potentes en Europa», como indicó el profesor Samuel Ver Hoeye, del campus de Viesques.

Son cuatro los proyectos con participación asturiana. La empresa Treelogic desarrolla tres de ellos: «Tecnigraf», «Insidde» y «On Target», en los que también participa la Universidad de Oviedo, concretamente el departamento de Ingeniería Electrónica del área de Teoría de la Señal y las Comunicaciones, al que pertenece el belga Ver Hoeye y que está dirigido por Fernando Las Heras. En «Tecnigraf» interviene un grupo del Instituto del Carbón de Oviedo, dependiente del CSIC, que a su vez desarrolla un cuarto proyecto.

«Tecnigraf», con un presupuesto superior al millón, busca desarrollar un prototipo de escáner para identificar amenazas bajo la ropa de los pasajeros de los aeropuertos. Se basa en el empleo de ondas en la banda de terahercios (entre las microondas y los infrarrojos), sin efectos para la salud. El grafeno permitirá realizar dispositivos para generar y detectar esas frecuencias.

«Insidde», que cuenta con tres millones de presupuesto, también utilizará el grafeno para desarrollar aparatos que permitan digitalizar aspectos de las obras de arte que pasan desapercibidos al ojo humano. «On Target», con más de un millón de euros, desarrolla sistemas para la detección de ondas en la banda de terahercios, que puede tener aplicaciones en medicina, espectroscopia, seguridad, farmacia, sensores o el sector aeroespacial.

Finalmente, según aseguró el investigador del CSIC Juan Ignacio Paredes, el Instituto del Carbón lleva a cabo un cuarto proyecto para «desarrollar el grafeno en sí». Paredes aseguró que el galardón de la UE al «proyecto Grafeno» «es una buena noticia si al final se materializa en un producto en el mercado para campos como la biomedicina, la óptica o la electrónica». Paredes indicó que lo lógico es que ese dinero termine en manos de los grandes grupos de investigación europeos. «Los que han promovido este premio serán los que se lo lleven; esos fondos tienen ya un destino», indicó Ver Hoeye, que citó, aparte de la Universidad de Chalmers (Suecia) y Manchester (dos de cuyos profesores, Geim y Novoselov, ganaron el Nobel en 2010 por sus trabajos sobre el grafeno), a la empresa Nokia.