Lugo, Félix VALLINA

«Se puede ver que salgo muy tranquilo y con la cara descubierta, no tengo nada que ver con todo esto y estoy seguro de que me van a absolver». Ésas fueron las primeras palabras que brotaron de la boca del presidente del Partido Popular en San Martín del Rey Aurelio y ex vicesecretario del PP regional, Joaquín Fernández, a las puertas de los Juzgados de Lugo, unas dependencias de las que salió en libertad con cargos por tráfico de influencias tras declarar durante más de dos horas ante la juez gijonesa Pilar de Lara, que instruye el «caso Pokémon», una supuesta trama de corrupción ligada a sobornos y adjudicaciones irregulares con epicentro en varios ayuntamientos gallegos. Poco después de las ocho y media de la tarde de ayer, el PP asturiano tomaba medidas y anunciaba la «suspensión cautelar de todas sus funciones» dentro del partido y apertura de un expediente informativo a Joaquín Fernández.

Fuentes de la investigación indicaron que las sospechas se centran en que el dirigente del PP asturiano podría haber actuado como «conseguidor» de contratos públicos para la empresa de aguas Aquagest, en la que llegó a ser director comercial hasta 2011 y a la que aún sigue vinculado haciendo «labores comerciales, de relaciones públicas y de asesoramiento», según declaró este imputado, que, en la actualidad, encabeza una consultoría radicada en el centro de empresas de La Curtidora (Avilés).

Fernández, que fue detenido el jueves y pasó la noche en los calabozos de Avilés, tendrá que personarse los días 1 y 15 de cada mes en los Juzgados avilesinos como medida cautelar hasta que se aclare si utilizó su influencia política para conseguir contratos para Aquagest. «Confío plenamente en la justicia, vamos a dejarla trabajar porque yo ya he dado las explicaciones oportunas. Tengo la conciencia muy tranquila y no creo que vaya a tener ningún problema», subrayó en declaraciones a LA NUEVA ESPAÑA a las puertas de los Juzgados.

Aunque Joaquín Fernández no quiso hablar sobre el contenido del interrogatorio, según pudo saber este diario, la juez se centró en aclarar la relación del político asturiano con Aquagest e hizo hincapié en los contratos que la firma mantiene en los ayuntamientos de Llanes y Cangas del Narcea (éste último fue sometido a un registro el jueves junto con la vivienda y la empresa del presidente del PP de San Martín). Las mismas fuentes indicaron que la voz de Fernández aparece recogida «en unas escuchas relacionadas con la actividad de Aquagest».

El gerente de Aquagest en Santiago de Compostela, José Luis Míguez, que anteayer también fue detenido en esta nueva fase de la «operación Pokémon» y tuvo que comparecer ayer ante la magistrada, se negó a declarar. Por ello, Pilar de Lara ordenó su ingreso en la prisión de Bonxe, Lugo. «Es un compañero que trabaja en la empresa, pero no tengo ninguna relación con él», aclaró el popular asturiano con respecto a Míguez. Con respecto a los otros tres detenidos en Galicia en esta operación, la juez instructora dejó ayer en libertad con cargos al asesor cultural y organizados de eventos Jesús Fuentes, que fue el primero en pasar a declarar durante dos horas y media. La juez instructora le imputa, entre otros delitos, tráfico de influencias. Abandonó los Juzgados en un coche de Vigilancia Aduanera para evitar a los medios de comunicación. Están pendientes las declaraciones del concejal compostelano Albino Vázquez Aldrey y de Ángel Espadas, ex asesor del alcalde popular de Santiago, Gerardo Conde Roa.

Se prevé que hoy también declaren otros cuatro arrestados en Cataluña dentro de la misma operación, entre ellos el alcalde de Sant Hilari Sacalm (Gerona), Robert Fauria i Danés, de CiU.

Joaquín Fernández explicó que su relación con Aquagest, la empresa cuyos contratos sigue el rastro la juez instructora, viene de hace «mucho tiempo» y recalcó que dentro de la firma ha trabajado en varios puestos. «He sido conserje, he sido jefe del servicio de limpieza viaria de un municipio, administrativo... y ahora hacía labores comerciales, un cargo también muy pequeño dentro de la empresa». Fernández dirige al mismo tiempo «una pequeña empresa de consultoría y asistencia técnica» con sede en La Curtidora (Avilés). «Soy un profesional liberal que hago trabajos de consultoría y todos los trabajos que hago están dentro de la ley. Me gano la vida así, soy un político raro, no estoy liberado», afirmó ayer a este periódico el dirigente popular.

A la salida de los Juzgados, Joaquín Fernández presentaba un rostro cansado y no paraba de repetir que lo único que deseaba era irse a su casa «para darles un beso a mi mujer y a mis hijos, porque su padre ha dormido en comisaría y eso es un palo para todos». No obstante, apartó a su abogado a un lado, Luis Tuero, e hizo frente solo a todas las preguntas. «No estoy acostumbrado a esto, porque hasta ahora sólo he tenido multas de tráfico, pero no tengo nada que ocultar y prefiero dar la cara», señaló antes de dirigirse a los periodistas para decir: «No veníais tantos a las ruedas de prensa que daba en mi municipio cuando era concejal».

Con respecto a su futuro político, Joaquín Fernández se puso en manos de sus compañeros de partido. Aún no se había difundido públicamente la suspensión cautelar de sus cargos dictada por la dirección regional del PP. «Tengo una pequeña responsabilidad política, soy presidente del partido en mi pueblo, no soy concejal... Vamos, como un "hobby" cualquiera», señaló, para añadir: «Antes de tomar una decisión hablaré con el partido, porque tengo la conciencia muy tranquila. Lo que voy a tomar es la mejor decisión para mi partido y eso lo decidiré hablando con mis compañeros, y si ellos lo ven conveniente, dimitiré y si no seguiré en mi puesto».

Antes de que trascendiera la decisión de la dirección regional, Fernández recordó, a las puertas de los Juzgados de Lugo, que «además tengo un congreso el 1 de marzo», en alusión al cónclave de los populares de San Martín. Por si acaso, matizó que «es sólo un congreso local, es que soy presidente del PP en un pueblo en el que gobierna el PSOE desde 1979. No tengo ninguna relevancia política, no soy de primera línea, soy alguien secundario». ¿Sigue siendo usted concejal?, le preguntó un periodista gallego, a lo que Fernández respondió: «Lo fui desde 1999 hasta 2007 y ahora soy sólo presidente. O sea, al cambio, churros».