La «Y» recupera la memoria de su gran impulsor. El Ministerio de Fomento acaba de reponer en la escultura de Joaquín Vaquero Turcios conocida como «El Cuélebre», en Serín, la placa que rememora la inauguración de la autopista por parte del entonces ministro de Obras Públicas, el asturiano Arturo Valdés, en 1976.

El distintivo original había desaparecido misteriosamente el pasado verano, sin que las indagaciones de Fomento hayan determinado las causas. Desde entonces, en la monumental obra de Turcios ubicada junto al embalse de San Andrés de los Tacones sólo quedó otra placa mucho más reciente. Es la que puso Francisco Álvarez-Cascos para recordar que siendo titular de Fomento se ejecutó la reforma del nudo de Serín, actuación que incluyó el cambio de emplazamiento del «Cuélebre», tal y como había pedido su autor en una comida en LA NUEVA ESPAÑA, tras ser designado «Asturiano del mes».

La placa que rememora la entrada en servicio de la autopista «Y» se colocó en 1990, en sustitución de la deteriorada inscripción previa que iba sobre el hormigón de la base de una escultura cuyo título original es «Cauce de la energía». Fue el propio Vaquero Turcios el que propuso colocar una estela fundida en hierro. Humberto Viña, entonces delegado del Ministerio de Fomento en Asturias, dibujó la obra, inspirándose para ello en la campana de Bochum que ahora está en Llamaquique (Oviedo), y luego se hizo en una fundición de Avilés.

La desaparición trascendió en agosto de 2012, cuando un hijo del ex ministro, también llamado Antonio Valdés, y su esposa, Cristal Mariátegui, residentes en Madrid, viajaron a Asturias para pasar unos días de vacaciones y decidieron acercarse a la escultura, muy entrañable para toda la familia. Para su disgusto, vieron que no estaba y que el único político allí citado era Álvarez-Cascos. La nuera de Valdés envió una carta a LA NUEVA ESPAÑA lamentando la desaparición del distintivo con la referencia al que fuera titular de Obras Públicas entre 1974 y 1976.

Fomento quiso dejar claro desde un primer momento que no había ordenado la retirada de la placa, ni con la popular Ana Pastor al frente, ni en tiempos de sus predecesores socialistas. Además, se comprometió a colocar otra estela en el caso de que la original no apareciese. El Ministerio no ha podido aclarar qué sucedió realmente, aunque si fue un robo común llama la atención que los ladrones sólo se llevasen una de las dos placas adosadas a la escultura, la de Valdés y no la de Cascos. Sea como fuere, finalmente, el Ministerio ha repuesto el nombre de Antonio Valdés junto a su gran obra en Asturias.