Director del Instituto de Estudios Turísticos

La cuestión es saber comunicar. Ignacio Ducasse Gutiérrez, director del Instituto de Estudios Turísticos (IET), entiende en muchos sentidos esa palabra clave de la fórmula para seducir al turista extranjero, gran asignatura pendiente del sector en Asturias. Comunicación son buenas carreteras, líneas ferroviarias y enlaces aéreos, pero también una estrategia para saber venderse. El extranjero es un nicho de mercado residual donde las cifras de los estudios elaborados por el IET echan leña al retraso de Asturias incluso comparada con las regiones de su entorno. Ducasse habla respaldado por su experiencia como director de las oficinas españolas de turismo en Toronto, Los Ángeles y Tokio. Después fue jefe del área de Relaciones Internacionales de la Subdirección General de Cooperación y Competitividad Turística y ahora, desde el pasado octubre, director del IET.

-Llegar hasta Asturias es un problema. ¿El turismo internacional se pone imposible sin un aeropuerto internacional competitivo?

-Imposible no es nada, pero lo dificulta. Tenga en cuenta que eso depende de la política de cada compañía. Habría que arbitrar una política que facilitase el establecimiento de nuevas conexiones, además de crear en mercados internacionales ese deseo de venir. Si existe un flujo de personas, si hay esa voluntad de venir a Asturias, seguramente alguien se animará y pondrá un vuelo.

-De momento, eso aquí no ha pasado.

-Es un handicap, sobre todo si de lo que se trata es de captar turismo internacional. La ausencia de buenas conexiones dificulta el viaje, aumenta el tiempo para alcanzar el destino y tiene un efecto disuasorio en un segmento de la clientela.

-¿Cuál es el antídoto?

-La mejor manera de captar nuevos clientes es comunicar. Lo más importante sería ver qué hace de Asturias un destino único y apetecible, y comunicar ese mensaje de la manera más eficiente posible.

-¿A quiénes? ¿Dónde está el mercado?

-Para Asturias, como para España en su conjunto, los principales mercados son los europeos cercanos. Entre Francia, Inglaterra y Alemania, Asturias y España tienen más del cincuenta por ciento del total de turistas que nos visitan. Tal vez sea más sencillo encontrar un segmento de demanda en esos mercados próximos que lanzarse, por ejemplo, a la aventura de los grandes emergentes, los denominados BRIC (Brasil, Rusia, India, China), que seguramente requiere un esfuerzo mayor.

-A Asturias llegó durante 2012 sólo el 0,4 por ciento de los turistas extranjeros de España, el tercer porcentaje más bajo del país. ¿Hacemos todo lo que debemos?

-Desde mi experiencia, y llevo más de veinte años en el mundo del turismo y en la Administración pública española, mi impresión es que sí. Que los distintos gobiernos y equipos que han trabajado en turismo en Asturias están haciendo un gran esfuerzo por incrementar el número de visitantes internacionales. Pero no todos los destinos son iguales, no todos tienen la misma vocación o los mismos mercados naturales y tampoco es tan grave que haya un mayor componente de turismo nacional.

-Pero el mercado turístico nacional se retrae mientras que el extranjero progresa. ¿El futuro está ahí fuera?

-El futuro está en diversificar. Lo que no se puede es jugar a una sola carta, porque cuando ese mercado del turismo nacional atraviesa una situación económicamente complicada, las cifras bajan y el número de viajes realizados y el volumen de recursos que se pueden destinar al ocio y el turismo es menor. Ahí la industria se resiente. Cuanto más diversificado esté el producto y nuestros clientes vengan de sitios más diversos, más fácil resultará capear este tipo de situaciones.

-¿Nos sacará el turismo de la miseria?

-En España siempre nos ha ayudado. En las últimas décadas ha sido un factor muy importante. Siempre tendremos situaciones coyunturales, pero la tendencia habitual ha sido al alza y el turismo es un factor esencial en el desarrollo económico de España. Las perspectivas no son malas. Para este año podemos esperar al menos una estabilidad con respecto a las cifras de 2012.

-¿Qué cabría mejorar en el producto turístico que vende Asturias?

-La gran asignatura pendiente que tenemos siempre es luchar por que el producto sea cada día más competitivo, tenga mayor calidad, se adapte mejor a las necesidades de la gente que nos visita. Ésa es la línea principal, en la que ya venimos trabajando desde hace tiempo.