Los ayuntamientos asturianos tendrán que obligar a sus vecinos a redoblar esfuerzos en materia de reciclaje de basuras si Asturias quiere cumplir con los objetivos legales que marca la Unión Europea, que, entre otras cosas, establece el año 2020 como límite para que al menos la mitad de los residuos domésticos y comerciales generados en los municipios lleguen a Cogersa seleccionados en origen, es decir, preparados para ser tratados y reutilizados. Teniendo en cuenta que el porcentaje de recogida selectiva se sitúa actualmente en Asturias en el 21 por ciento, los expertos calculan que los ayuntamientos tendrán que multiplicar por 2,5 su tasa de reciclaje en menos de siete años si quieren llegar a tiempo.

El nuevo plan de residuos que pretende aprobar el Principado propone medidas para lograr el objetivo, pero son los propios ayuntamientos los que han de poner en marcha estrategias, inversiones y políticas enfocadas a mejorar los números del reciclaje, ahora muy distantes de la meta marcada por Europa. El Gobierno regional mantiene el principio que marca la ley -en resumen, que los productores que contaminan pagan- y ya ha anunciado que no aportará dinero a los municipios para adaptarse a las nuevas circunstancias.

Para poner un ejemplo representativo del esfuerzo que han de hacer los ayuntamientos basta señalar que el de Oviedo recogió en 2011 -el último año del que existen datos registrados- un total de 16.444 toneladas de basura seleccionada en origen para el reciclaje (17,99 por ciento del total) y que, para llegar al 50 por ciento, tendrá que conseguir seleccionar 46.561 toneladas. De las 6.423 de papel y cartón de 2011 habrá que pasar a 11.316 toneladas. Además será necesario recoger 8.407 de envases ligeros (2.648 en 2011) y 4.203 de envases de vidrio (3.825).

El porcentaje de recogida selectiva de Gijón estaba en 2011 en el 19 por ciento (25.217 toneladas del total de las generadas en el municipio) y tendrá que llegar a alcanzar las 69.255. De las 9.500 toneladas de papel y cartón, la ciudad tendrá que pasar a las 16.577. En envases ligeros de 3.491, a 12.026 y en vidrio, de 4.703 a 5.694. Lo mismo ocurre en Avilés, donde el porcentaje de reciclaje se situaba en 2011 en el 17,33 por ciento. Según esos datos, el concejo tendrá que mejorar en la recogida de papel y cartón (pasar de 2.248 toneladas a 4.382), en envases ligeros (de 732 a 3.164) y en vidrio (de 1.022 a 1.432). Mieres deberá reciclar 6.549 toneladas más al año.

El escollo más importante se encuentra sin duda en la materia orgánica -principalmente restos de comida-, una línea de recogida prácticamente inexistente en Asturias y cuya puesta en marcha supone uno de los mayores retos del nuevo plan estratégico (casi el 40 por ciento de los residuos que llegan al vertedero son de este tipo). Oviedo tendrá que preparar para el reciclaje 15.976 toneladas de biorresiduos; Gijón, 23.311; Avilés, 6.422 y Mieres, 3.257.