«Hay que ser realistas y buscar un plan de consenso, mediante mucho diálogo con los afectados y con el máximo respaldo social, para el inevitable cierre de las minas; pero diciendo a la gente la verdad, aunque no guste, sobre los compromisos que se han firmado y con el dinero suficiente para crear puestos de trabajo en otros sectores con más iniciativa y con más emprendimiento». Carlos Solchaga, ex ministro socialista de Economía, mantuvo ayer en Oviedo la postura favorable al fin de la actividad minera que ya defendía en los años 90 del pasado siglo desde el Ejecutivo de Felipe González, aunque incidiendo ahora en que este proceso debe realizarse con una «sensibilidad» que no aprecia en el Gobierno de Mariano Rajoy.

Si en 1991, y desde el Ministerio de Economía, ofrecía al Gobierno del Principado sustanciosas inversiones a cambio del cierre de la hullera pública Hunosa, Solchaga aboga en estos momentos por negociar un cese ordenado del sector, pero con el horizonte de 2018 -o «como mucho, uno o dos años más»- y con más partidas económicas para la reactivación de las comarcas mineras. Y es que, a su juicio, los multimillonarios fondos mineros aplicados hasta el momento en las Cuencas han resultado «eficaces, pero no suficientes».

En su análisis del sector, el veterano político navarro detecta «errores considerables» en la política minera, tanto por parte del actual Gobierno del PP como en el de su correligionario José Luis Rodríguez Zapatero. Así, criticó que unos y otros hayan aplicado medidas que iban «a la vez en un sentido y en el contrario, apoyando el fin de la minería y dando al mismo tiempo ayudas al carbón nacional». El ex ministro censuró que, por ejemplo, «cuando hay un problema determinado se diga que hay que producir más carbón y que lo compren las eléctricas, aunque no les guste; o decir en otros momentos que se va a cumplir con las emisiones de CO2 o que se aumente el déficit de tarifa sin medios para resolver esa situación». Solchaga incidió en la necesidad de ser «realistas» ante un sector que «no tiene futuro», asumiendo que su cierre resulta «inevitable» y poniendo los medios económicos necesarios para que ese final sea lo menos traumático posible para las comarcas mineras.

El ex ministro hizo estas valoraciones antes de presentar en Oviedo el libro «Impuestos para todos los públicos», del que es prologuista. El volumen está coordinado por Roberto Llera y Francisco Delgado, doctores en Economía por la Universidad de Oviedo, y es el resultado de varios cursos sobre fiscalidad organizados por la Extensión Universitaria, cuyo vicerrector, Vicente Domínguez, también estuvo en el acto. Además de defender el final de la actividad minera, Solchaga se mostró de acuerdo con el cierre de talleres anunciado por Duro Felguera, compañía de la que es consejero. También criticó la política fiscal del Gobierno, debido a que su peso cae «en los más pobres», y reclamó un cambio del sistema tributario «para que el ajuste no recaiga únicamente en el gasto social».

«Este país se está ahogando por una política de ajustes demasiado rigurosa», subrayó Solchaga, que defendió la reforma del sistema de pensiones, para «adaptar la edad mínima al proceso de cambio en la esperanza de vida», y pidió a Mariano Rajoy que explique qué hace y por qué lo hace, aunque se equivoque». Sobre las primarias en el PSOE señaló que «no tienen sentido a dos años de las próximas elecciones generales» y añadió que, por encima de más candidatos, le gustaría tener «mejores candidatos».