La variante de Pajares abrirá con tráficos de viajeros y mercancías con ancho de vía ibérico, el utilizado por los trenes RENFE. Lo hará con el uso de una traviesa polivalente que permitiría la adaptación del tráfico a la alta velocidad en el momento en que esta llegase a la vecina provincia de León. Esta ha sido la solución anunciada esta mañana por el secretario de estado de infraestructuras, Rafael Catalá, quien también ha expuesto la intención del Ministerio de Fomento de poner en marcha la conexión con esta solución tan sólo uno de los tubos que comunica Asturias con la meseta. Para el responsable del Ministerio el uso de este tipo de traviesa que se adaptaría a ambos anchos de vía "acorta los tiempos de uso de la infraestructura y permite la integración y el abaratamiento de los costes".

Catalá ha hecho también una defensa del tráfico mixto apoyándose en los estudios de su departamento que demostrarían que el actual volumen de convoyes de viajeros no dificultaría el tránsito de los destinados a las mercancías, con la construcción de algunos apartaderos.

Esta sería la solución adoptada por Fomento hasta la llegada de la alta velocidad a León. Entonces sería el momento en el que entraría en funcionamiento el segundo de los tubos que se abrirá directamente en ancho internacional; aunque para este segundo caso no existen plazos. La licitación de catenarias y vías para el primero de los túneles se pondrá en marcha en el mes de julio del presente año; aunque para su funcionamiento ya no existe fecha, condicionado su uso por los problemas de filtraciones y corrimientos de tierras detectados en el trazado.

Precisamente este ha sido otro de los puntos fuertes abordados esta mañana por Rafael Catalá, quien ha expuesto el cambio de estrategia

que se adoptará en la obra para acabar con el problema de las avenidas de agua a los túneles horadados bajo la cordillera. Se optará por la canalización de estas aguas que se vienen filtrando al interior de las galerías en lugar de buscar la impermeabilización completa. Estos cauces recogidos serán depurados y vertidos a los ríos de la cuenca asturiana. La solución escogida ha sido ya utilizada en la construcción de otra de las grandes infraestructuras españolas, como son los túneles del Guadarrama.

Pero este no es el único problema en la construcción al que se enfrenta la variante de Pajares que también ha de solucionar los deslizamientos de uno de los taludes ubicado en la boca norte de su trazado. El corrimiento se localiza en un tramo de aproximadamente un kilómetro y medio y para él se están llevando a cabo estudios de cara a acotar completamente el problema.

Preguntado Catalá por el trabajo realizado por los anteriores responsables del Ministerio y lo adecuado de los estudios realizados el Secretario de Estado de Infraestructuras ha llamado a "no llorar sobre leche derramada" y a la búsqueda de soluciones en lugar de la identificación de culpables. Lo que sí ha querido descartar de plano Catalá ha sido el deterioro en parte de la obra ya realizada como consecuencia de las avenidas de agua al interior de los túneles de 25 kilómetros de longitud.