Un estudio elaborado por tres geógrafos de la Universidad de La Laguna (Tenerife), «Aproximación a una geografía de la corrupción urbanística en España», señala a la región como la cuarta con un mayor porcentaje de municipios manchados por las corruptelas del ladrillo, sólo superada por Murcia, Canarias y Baleares. El análisis, realizado por los profesores Luis Jerez, Víctor Martín y Ramón Pérez, indica que, entre 2000 y 2010, se produjeron casos de corrupción urbanística en un total de 21 municipios, un 26,9 por ciento del total. Los escándalos urbanísticos se produjeron a lo largo de casi toda la costa asturiana y en Oviedo, según señala este estudio.

El mapa de la corrupción se extiende en primer lugar, siempre según el trabajo de estos geógrafos, por la mitad costera oriental asturiana, formando un todo continuo: Carreño, Gijón, Villaviciosa, Colunga, Caravia, Ribadesella y Llanes. En la mitad occidental, se registraron casos de corrupción urbanística en Gozón, Avilés, Soto del Barco, Muros de Nalón, Cudillero, Navia, Tapia de Casariego y Castropol. Y en el interior de la región, los geógrafos sitúan a Oviedo, Corvera, Langreo y Ponga, entre otros, como municipios en los que hubo escándalos urbanísticos.

Según el estudio, la región más corrupta sería Murcia, con 26 municipios implicados en escándalos, un 57,8 por ciento del total. Seguirían Canarias, con 35 municipios (un 39,8 por ciento del total), y Baleares, con 24 concejos, el 35,8 del total de municipios de las islas. Por lo que se refiere al número de municipios implicados, Andalucía se lleva la palma, con 154 (20 por ciento del total). Siguen Valencia, con 94 (17,3 por ciento); Galicia, con 66 (20,9 por ciento del total); Madrid, con 46 (25,7 por ciento); Cataluña, con 43 (4,5 por ciento), y Castilla y León, con 40 (un 1,8 por ciento del global de concejos).

Del mapa de la corrupción en Asturias en el decenio de 2000 a 2010 se desprende que los escándalos se produjeron mayoritariamente en los municipios costeros, con una isla en el centro de la región, en torno a la capital. En el resto de España, las manchas de corrupción se disponen a lo largo de la costa atlántica y mediterránea andaluza, excepto la granadina; continúa una gran mancha en la región murciana, que alcanza a territorio alicantino. Desde allí, y a lo largo de la costa, se suceden los municipios con escándalos urbanísticos a lo largo de la costa valenciana. En el resto del país, la corrupción se sitúa en torno a las capitales extremeñas y aragonesas, y la región de Madrid aparece ribeteada con numeroso municipios que han registrados casos de corrupción. Baleares y Canarias también aparecen muy manchadas, especialmente el sur de Mallorca, buena parte de Ibiza, los municipios del centro de Tenerife, el sur de Gran Canaria y la mayor parte de Fuerteventura y Lanzarote.

En cuanto a la tipología de la corrupción en Asturias, ésta es muy variada, según el estudio. En Oviedo, por ejemplo, hubo irregularidades en la calificación del suelo; en Avilés, se refieren a irregularidades respecto al patrimonio histórico; en Cudillero y Ribadesella, hubo extralimitaciones en la ejecución del planeamiento.

El estudio destaca que Madrid y Asturias triplican la media española de corrupción, situada en el 8,3 por ciento de los municipios. Otras la cuadruplican, como Canarias y Baleares, y Murcia la quintuplica. Por otro lado, Galicia, Andalucía, Cantabria y Valencia doblan esa media nacional.

El informe señala que un 21,7 por ciento de los casos detectados se produce en municipios capitalinos o en la periferia de estos. Otro 13 por ciento afecta a municipios eminentemente turísticos. La mayoría de las irregularidades hay que buscarla en los municipios agrarios, un 42,3 por ciento. El menor porcentaje corresponde a los industriales, con un 7 por ciento de los casos.

«En definitiva», señala el informe, «la corrupción urbanística afecta principalmente a aquellos municipios donde se está acentuando la economía inmobiliaria, es decir, donde el referente urbano ya era destacable (urbanos, turísticos y, en menor medida, mixtos: un 50 por ciento de los casos), y en aquellos que se están incorporando al modelo económico inmobiliario desde una base tradicionalmente agrícola o industrial (el otro 50 por ciento de los casos)».

Entre 2006 y 2010, añade el informe, más de un ocho por ciento de los municipios sufrió algún caso de corrupción, pero en estos municipios residen 26,3 millones de habitantes, de forma que «más de la mitad de la población española ha sufrido en su institución más cercana, el Ayuntamiento, algún caso de corrupción urbanística».