La Asociación de Familiares y Amigos de la Unidad Terapéutica y Educativa (UTE) de la prisión de Villabona denuncian el progresivo vaciado del proyecto, que busca la reinserción social de los presos y en su caso su rehabilitación de conductas drogodependientes.

La presidenta de la asociación, Rosa Fernández, señala que el director del centro emitió una orden el pasado día 10 de junio que invalida una de las normas del contrato terapéutico que firman todos los internos al ingresar en la UTE, consistente en renunciar en principio y con carácter general a las comunicaciones con familiares u otras personas que establezca el equipo por ser consideradas negativas.

El objetivo de la medida ha sido, hasta ahora, alejar a los internos en fase de rehabilitación de ambientes marginales y de delincuencia. Los familiares consideran que el cambio, en la práctica, supondrá la entrada masiva de droga en la UTE, «así como lograr el objetivo de la normalización del centro penitenciario, que es el nuevo discurso del director», indican.

Para la asociación, esa «normalización» en la práctica consistirá en que la UTE se diluya como un módulo más «con su movimiento de drogas, consumos y mafias que se mueven a su alrededor como ocurre en el resto de los módulos, siempre por supuesto sin desaparecer las siglas UTE porque en última instancia sirven para lavar la cara de la institución», asegura la presidenta. La entidad reitera su compromiso en la defensa de la Unidad, ante los momentos críticos que, según consideran, viven tanto los internos como los trabajadores.

«Cada día que pasa va aumentando el nivel de desánimo», añade. La UTE ha recibido el apoyo de parlamentarios regionales y nacionales, así como con las organizaciones no gubernamentales y plataformas, que reclaman una resolución favorable del conflicto.