Villablino (León), J. A. O.

«Cabrea mucho estar sin cobrar o en el paro, porque han cerrado nuestras minas, y ver pasar sin cesar camiones cargados de carbón de fuera». Así explica un vecino de Villablino, ex minero que prefiere quedar en el anonimato, el incidente que ayer se produjo en esta localidad leonesa y que se saldó con dos camioneros asturianos heridos leves en el ataque de un piquete.

Sentado en la terraza de un bar, justo al lado de donde sucedieron los hechos, este hombre hace tertulia con dos amigos sobre el declive de la capital lacianiega a partir de la crisis minera. Advierte de que lo sucedido ayer puede repetirse si no hay una solución para el sector y los camiones con mineral de importación siguen pasando con destino a las térmicas. Además, achaca las agresiones a una supuesta actitud «provocadora» de los chóferes asturianos, uno de los cuales, según su versión, blandió una barra de hierro ante el piquete. «Si hubiesen accedido a volcar la carga de carbón sin más, como se les pidió, no les hubiera pasado nada», asegura mientras sus tres compañeros asienten con la cabeza.

La última explotación de Villablino, el pozo Calderón, cerró hace ya tres años. Los pocos mineros que quedan en la localidad trabajan en los tajos asturianos de Victorino Alonso, polémico empresario que despierta odios en la zona. «Aquí tenemos dos problemas: el Gobierno, que quiere cerrar las minas, y este empresario, que es un sinvergüenza», asegura Pedro García, un vecino de Villablino con familiares en el sector.

«La gente aquí está muy quemada, lo está pasando muy mal y luego pasan estas cosas», añade Tani Martínez, del Bar El Trébole. Según explica, decenas de vecinos están acudiendo a Cruz Roja para poder subsistir desde la crisis minera y ya se han registrado 89 desahucios en la localidad. «Esto va para atrás y la gente trata de defender lo suyo», asegura la hostelera.

La alcaldesa de Villablino, Ana Durán (PSOE), lamentó lo sucedido ayer. «Es evidente que hay un problema laboral y que la gente está desesperada, pero el arremeter contra otras personas no es la solución», aseguró la regidora, quien confirmó que la calle principal permaneció cortada durante más de tres horas para proceder a la retirada de los camiones afectados por la acción del piquete y del carbón esparcido en la calzada.