Buena pregunta, ¿no? Pero también una pregunta que no creo que pueda extrañar a nadie en este momento de bloqueo y parálisis al que está sometida nuestra tierra.

Asturias está igual, con los mismos problemas sociales, económicos o demográficos, por poner algún ejemplo, que hace treinta años. La misma realidad que está gestionando, desde entonces, el PSOE e IU, ahora con UPyD, es decir, la izquierda.

Desde el comunismo de Izquierda Unida o Izquierda Abierta o Izquierda Plural, que es como se llaman los comunistas en España para no llamarse comunistas, pasando por UPyD que es una especie de socialismo «light», hasta llegar a la socialdemocracia del PSOE, anticuada y arcaica, nadie puede dudar que son los responsables políticos de la realidad asturiana de hoy, junto con CC OO y UGT.

El diseño económico ha sido el de la subvención de cualquier actividad con fondos públicos y la lucha contra todo lo que fuese iniciativa privada, condenándola para que nadie fuese independiente y pudiese generar riqueza sin la dependencia del sector público.

Pero la realidad ha sido que con esta fórmula de lo público inundándolo todo, empapándolo todo, no han sido capaces de generar riqueza ni empleo sostenibles. Ha sido todo un gran fracaso, una gran mentira, un gran espejismo.

La alternativa desde el centro-derecha es potenciar la iniciativa de las personas, de los emprendedores, que en Asturias son sólo hoy el 1 por ciento, de los que son capaces de desarrollar proyectos empresariales que generan riqueza y empleo, que es la mejor forma de justicia social.

La alternativa del centro-derecha es contar con la sociedad civil, con sus profesionales, que han de decir a los políticos cómo salir de este sumidero al que el socialismo nos ha traído, y con los jóvenes, de los que el 64% está hoy en paro, que deben ser el motor de nuestro crecimiento.

El diseño sociológico ha sido el de una sociedad dependiente, secuestrada, convencida desde el adoctrinamiento educativo, desde un modelo obsoleto que transmite que sólo desde la marginalidad, desde la confrontación con todo lo constituido se puede ser libre, lo cual, obviamente, es radicalmente falso.

La alternativa desde el centro-derecha es un modelo educativo en el que la personalización ante la comprensibilidad, el rigor y la exigencia ante la promoción automática del nivel, el respeto a los profesores ante la desconsideración deben conformar una sociedad distinta que termine con el altísimo grado de fracaso y abandono escolar y se conecte, de verdad, con el empleo.

La alternativa desde el centro-derecha es la defensa de la libertad individual, siempre más importante que la de grupo, como la libertad de los padres para elegir la educación de sus hijos, o la de las personas para decidir su condición personal, o su afiliación política o sindical; la libertad individual, en definitiva, como el valor democrático más importante y perfectamente compatible con el concepto de justicia social.

La izquierda sigue, como otro ejemplo, postulando la supervivencia de la minería más arcaica y peligrosa para los mineros, la del carbón, en galerías o a cielo abierto, siendo además, como es, un combustible muy contaminante. La izquierda política y sindical, que es la gran responsable del fracaso de la reconversión de la minería después de treinta años y millones y millones de euros.

Se olvidan de su rabioso ecologismo, que siguen manteniendo vivo en lo antinuclear o «antifraking», o anti oro, por hacer persistir sus intereses sindicales, no nos engañemos, y no los de las personas que trabajan en la mina.

La alternativa desde el centro-derecha es que la naturaleza está al servicio de la persona, que la posibilidad de generación de riqueza mediante la modernidad de técnicas extractivas o de generación de energía están en la innovación que harán sostenibles nuestra economía y nuestra sociedad, sostenibles para ser transmitidas vivas a las generaciones futuras.

Que el inmovilismo y la reacción no harán otra cosa que empobrecernos y condenarnos al fracaso, tal cual está pasando en esta tierra nuestra. Por todo ello, creo que el centro-derecha debe gobernar en Asturias.