Abogada, especialista en mediación familiar y custodia compartida

Sara Fernández de Celis se licenció en Derecho en la Universidad de Oviedo. Es mediadora familiar y abogada especializada en asuntos de familia. Desde 2006, trabaja por cuenta propia en un despacho junto a una céntrica plaza gijonesa. La especialista considera el modelo de custodia compartida un sistema, a priori, «favorable para el menor». Además, tilda las recientes tasas judiciales de Gallardón como una «aberración», que genera únicamente «justicia para ricos».

-¿Por qué apostar por la mediación familiar?

-Es un mecanismo de alternativa al procedimiento judicial para la resolución de conflictos. Las partes consensúan sus intereses sobre el hijo común y delimitan las normas que les van a regir en un futuro. No las impone un tercero, algo que implementa el cumplimiento de las medidas al ser un contrato hecho a medida.

-¿Qué grado de implantación tiene este sistema en Asturias?

-Es un mecanismo con el que la gente no está muy familiarizada, aunque cada vez se utiliza más. En algunas comunidades autónomas está totalmente implantado. En Asturias, queda aún bastante por andar. En mi opinión, es un sistema ideal que te permite acometer cada caso concreto conociendo toda la realidad subyacente, algo que no siempre ocurre en los procedimientos judiciales.

-¿Supondría la mediación familiar un balón de oxígeno para el saturado sistema judicial?

-Efectivamente. En primer lugar no habría que ir al juzgado por cualquier tontería. Si se llega a un acuerdo parcial por este mecanismo, parte del camino ya está andado. Si hay contrato, fenomenal. Por el contrario, si no se llega a un punto común, se acude a un tercero para que dirima lo que favorezca al menor.

-¿Es siempre el menor el protagonista beneficiado de las medidas acordadas?

-Se supone que todos los agentes que intervienen en un procedimiento judicial, incluidas las partes en conflicto, buscan verlar por el interés supremo del menor. El problema es que, a veces, lor progenitores hacen valer más sus intereses personales que los de su hijo. Esta situación hay que combatirla a toda costa.

-¿Es muy habitual encontrarse con situaciones en las que pesan más las «vendettas» personales de los padres que el interés del niño?

-Por desgracia sí. Algunas veces, cuando termina un matrimonio, los progenitores priorizan sus interes frente a los de su hijo. Los abogados tenemos un papel fundamental en erradicar este tipo de situaciones. Evidentemente, no se le puede imponer a un cliente tu criterio personal, pero sí se le puede asesorar sobre lo que es más importante para el menor.

-Alguno de estos casos habrá pasado por sus manos...

-Sí. Recuerdo uno en el que una madre condicionaba el pago de una pensión alimenticia a un padre como requisito para las estancias intersemanales con el menor. La cuantía era inasumible para el padre y totalmente desorbitada. La madre, incluso insinuó que sacaría un informe en el que demostraba que el padre había maltratado a su hijo. Yo la invité a que lo hiciera, algo que nunca ocurrió. Finalmente, el juez falló, lógicamente, a favor del padre, concediéndole las visitas demandadas.

-¿Es más común, hoy en día, ver en Asturias fallos judiciales de custodias compartidas?

-En general, el sistema de custodia monoparental a favor de la madre es el más común. Lo que no se puede hacer es estandarizar un sistema, ya que todo depende de cada caso concreto. Habría que dejar claro que, no en todas las situaciones, la custodia compartida es viable. Como tampoco lo es el modelo monoparental. Para mí, el sistema ideal sería uno en el que cada progenitor pudiera desarrollar su rol como tal, según sus necesidades y posibilidades.

-¿Considera preferible la custodia compartida ante otro modelo?

-A priori, lo considero mejor; aunque insisto en la particularidad de cada caso. Se debería conceder a cada progenitor un período suficientemente amplio para que pueda ejercer su función, tanto sus derechos como sus obligaciones.

-¿Cómo afectan las tasas judiciales al desarrollo de su labor como abogada?

-En la rama del derecho de familia, han sido un auténtico varapalo. La gente puede ver limitado su derecho de acceso a la justicia por culpa de esta imposición. Me parece una aberración y una vulneración de los derechos fundamentales de los ciudadanos.

-¿Podría hablarse de un nuevo modelo de justicia, una justicia para unos pocos?

-Así es. Además, esto no conlleva un pleno y correcto desarrollo de la justicia. Hay algunas situaciones en las que la implantación de las tasas va en contra de una correcta contradicción de la sentencia en la instancia superior. Si una persona pretende recurrir un fallo judicial a la Audiencia Provincial necesita dinero. En muchos casos, se trata de afrontar una cantidad que no es asumible para todo el mundo. La verdad es que Gallardón se lució con la medida...

-El ministro de Justicia está recibiendo muchas críticas por su gestión al frente de su departamento. ¿Son justas?

-El anteproyecto de ley de corresponsabilidad parental que ha aprobado hace poco me parece, a grandes rasgos, bastante favorable. A partir de ahora, se desvinculará la guarda y custodia de la atribución de la vivienda familiar, algo que hasta ahora no solía ocurrir. Además, se equiparará la custodia compartida con la monoparental. Se abordan temas que considero bastante importantes y de manera favorable. En este sentido, creo que se pueden lograr avances.