Un anteproyecto muy perjudicial, anunciado además en pleno mes de agosto, sin consultar a los interesados. Una parte nada desdeñable de los colegios profesionales asturianos rechaza de plano el borrador de la nueva ley de servicios profesionales, que, con la excusa de adaptar la normativa a los nuevos tiempos, introduce importantes modificaciones en el panorama de las llamadas profesiones liberales. Los colegios lucharán para cambiar el texto.

Uno de los sectores más afectados es el de los abogados. «El rechazo no sólo es por el contenido del anteproyecto, sino por las formas. Nos dijeron que no iría al consejo de ministros del viernes, y al final lo aprobaron. Quiere dividir a la profesión. La colegiación sólo será obligatoria para quienes van a los tribunales, no para los asesores jurídicos, aquellos que trabajan en los despachos elaborando contratos o preparando fusiones o adquisiciones. Pero el código deontológico se puede vulnerar más, y de hecho se vulnera más, en los despachos, donde puede haber más problemas con cuestiones como el secreto profesional o los conflictos de intereses», explica Enrique Valdés Joglar, decano del Colegio de Oviedo.

En otros países de Europa, añade, no hay obligación de colegiarse, pero los letrados se asocian de todos modos. «El ciudadano desconfía del que va por libre», indica. El anteproyecto también establece cambios en el régimen de los colegios, que pierden la facultad disciplinaria, que correrá a cargo de órganos independientes. «Bien mirado, te quita responsabilidades, pero también resta poder a la organización colegial», señala. La nueva ley pretende establecer algún tipo de incompatibilidad, de forma que los decanos o presidentes de colegios no puedan ser directivos de partidos o mutualidades. «Puede ser aceptable, aunque en realidad no hacía falta», opina Valdés. El decano añade que darán la batalla para modificar el anteproyecto.

Otra profesión directamente afectada es la de los procuradores, cuya función podrá ser ejercida por los abogados, aunque ellos también podrán ejercer de letrados. La decana de los procuradores de Oviedo, Laura Fernández-Mijares, no duda en calificar la aprobación del texto de «auténtica patada, un golpe bajo, se ha hecho sin consultar previamente, de rondón». La decana añade que el anteproyecto supone «volver claramente para atrás». Y es que «hace desaparecer la incompatibilidad entre abogado y procurador, que ahora podrá realizarse indistintamente, cuando en realidad su función es muy diferente», añade. Para Fernández-Mijares, «cada uno debe estar en su papel». Y confía en que se pueda cambiar en el trámite parlamentario.

El anteproyecto limita la colegiación obligatoria a aquellas profesiones que tienen que ver con actividades sanitarias y jurídicas, así como a aquellas labores técnicas que exijan visado. Se incluyen las profesiones de médico, farmacéutico, veterinario, odontólogo, enfermero, fisioterapeuta, óptico-optometrista, podólogo, abogado, procurador, graduado social, registrador y notario. Quedan excluidas otras profesiones, como la de economista. «Claro que nos gustaría que hubiese una reserva de actividad. Nosotros criticamos que no se haya establecido la colegiación obligatoria. Ahora, cualquiera con un curso de dos o tres meses puede abrir una asesoría, algo bastante reprobable», indica el decano del Colegio de Economistas de Asturias, Miguel de la Fuente. No obstante, este economista reconoce que la ley actual era muy antigua, ya que data de 1974. «Había mucha legislación dispersa, y era necesario adaptar la normativa a la realidad actual, buscando una mayor competitividad», opina. A pesar de que no es obligatorio inscribirse, el Colegio de Economistas de Asturias cuenta con 1.800 miembros, «lo que prueba que se prestan buenos servicios», añade De la Fuente.

El anteproyecto no establece variaciones por lo que respecta al Colegio de Médicos de Asturias, según indica su presidente, Alejandro Braña. «El texto ratifica la obligatoriedad de colegiación para ejercer la profesión médica, y establece unas seguridades no sólo para la sociedad, sino para los propios colegiados, en el sentido de que las organizaciones profesionales se rigen por unas normas administrativas transparentes», señala Braña. Una de esas garantías será la obligatoriedad de una auditoría de las organizaciones colegiales, algo que el Colegio de Médicos de Asturias ya venía realizando de motu proprio.

Los arquitectos también tienen buenos motivos para rechazar el anteproyecto. Según el decano del Colegio de Arquitectos de Oviedo, Alfonso Toribio, «se ha aprobado de espaldas a los profesionales y los usuarios, basándose además en argumentos falaces, porque no es cierto que estas medidas vengan impuestas por la Unión Europea, en una de cuyas directivas se indica específicamente que no se modifican las reservas de actividad».

El arquitecto niega además uno de los argumentos ofrecidos por el ministro Luis de Guindos el pasado viernes al presentar el texto, que la medida incrementará el PIB en 7.000 millones de euros. «Nadie sabe de dónde saca esa cifra. La desregulación provocará una gran litigiosidad y la administración gastará más en el ejercicio de la función de control y garantía pública, algo que ahora hacían los colegios sin coste para el Estado», asegura.

Para Toribio, «el anteproyecto pretende distinguir entre arquitectos de primera, que intervienen en edificación, de los que trabajan en otros campos como el medio ambiente, el entorno urbano o la protección del patrimonio». La reforma, añade, «tendrá repercusión en la seguridad física y jurídica de las personas y los bienes».

«La colegiación sólo será obligatoria para los abogados que van a los tribunales»

<Enrique Valdés-Joglar >

Colegio de Abogados de Oviedo

«Tendrá repercusión en la seguridad física y jurídica de las personas y bienes»

<Alfonso Toribio >

Colegio de Arquitectos de Asturias

«Ha sido una patada, un golpe bajo, se ha hecho sin consultar, de rondón»

<Laura Fernández-Mijares >

Colegio de Procuradores de Oviedo

«Cualquiera, con un curso de tres meses, puede abrir ahora una asesoría»

<Miguel de la Fuente >

Colegio de Economistas de Asturias