A mediodía de ayer abrió al tráfico el subtramo llanisco de la Autovía del Cantábrico entre San Roque del Acebal y Pendueles, de 5 kilómetros. Con esta inauguración, y tras un cuarto de siglo de obras, la Transcantábrica entra en la recta final, con sólo 21,5 kilómetros pendientes. Quedan Otur-Villapedre, que entrará en servicio a finales de año, y Unquera-Pendueles, que abrirá en 2014. En la imagen, Dolores Campillo, alcaldesa de Llanes; la ministra Pastor; Belén Fernández, consejera de Fomento, y Gabino de Lorenzo, delegado del Gobierno.