Señorías, Asturias está en el camino necesario para mejorar. El itinerario no es cómodo: zigzaguea, tiene curvas y pendientes. Dicho con claridad, sin que medien símiles: las dificultades económicas y los problemas sociales que conllevan son enormes. Pero estoy convencido (...) de que vamos en la dirección correcta hacia el norte que nos fijamos desde el punto de partida: la recuperación de Asturias.
Esta afirmación les puede parecer rotunda o demasiado optimista (...). Adelanto una precaución: siempre dije que Asturias no superaría la recesión sin que la venciera España, y que tampoco España dominaría la crisis sin que la Unión Europea obtuviese antes ese triunfo. Mis referencias a la evolución económica han de entenderse con estas cautelas. Pero, aun descontadas tales prudencias, sostengo la conclusión: Asturias está bien encaminada, con la estabilidad institucional y la gestión correcta como anclajes básicos.
También quiero decirles que, aun acuciados por la crisis, procuramos ensanchar los horizontes. Pensamos la Asturias del futuro y trabajamos para conseguirla. Les invito abiertamente a participar en esa tarea.
(...) Estamos obligados a pensar otra Asturias sin ensimismarnos en nuestros debates recurrentes, esos viejos glaciares que entumecen la iniciativa. Avanzo cinco de los programas con los que ya trabajamos.
1. Pacto demográfico. En Asturias coinciden un problema de envejecimiento y otro de despoblamiento. Hay zonas de nuestra comunidad que pueden quedar prácticamente sin habitantes (...). Este asunto no tiene una solución definitiva, soy consciente. Son muchos los factores de evolución socioeconómica y cultural que determinan la reducción de la natalidad. Pero no podemos quedarnos cruzados de brazos ante una evolución que afecta directamente a nuestra vitalidad, a la capacidad de desarrollo (...). Y este Gobierno entiende que un problema de esta índole aconseja una estrategia conjunta de las comunidades implicadas, pero también una atención singular por parte del Ejecutivo español. Consideramos necesario que el Gobierno central tenga en cuenta el declive demográfico del Noroeste a la hora de diseñar -y ya es inaplazable- una política territorial.
El abanico de medidas que puede incluir una estrategia demográfica es amplísimo, desde facilitar la conciliación de la vida laboral y familiar a incentivar fiscalmente la residencia en zonas rurales.
La crítica fácil a esta propuesta es el voluntarismo. A veces también se maneja una igualdad falsa, que sostiene que a mayor oferta laboral, más natalidad. Según ese criterio, una vez que se supere la recesión, desaparecería el problema. No ocurre así. En todo caso, Galicia y Castilla y León, comunidades vecinas, cuentan con estrategias demográficas, y mi Gobierno entiende que también debe abordar este asunto.
2. Agenda social. La consejera de Bienestar Social coordina su elaboración (...). Consiste en especificar cuáles son los servicios públicos que reciben los asturianos, cómo podemos mejorarlos a corto plazo y bosquejar, con un horizonte más lejano, cuáles y cómo los queremos ofrecer (...).
La crisis ha puesto en cuestión la red social de protección tejida a lo largo de todo el período democrático. Sobremanera, se pone en duda su viabilidad. Debemos afrontar este debate, no rehuirlo. Mi Gobierno no quiere fragilizar esa red de servicios públicos para reducirlos a beneficencia. La agenda social tiene como objetivo dotarnos de una estrategia que permita coordinar y rentabilizar los recursos del Principado, asentar la cohesión social y ofrecer una especial atención a quienes peor lo están pasando.
La agenda social incidirá en el compromiso político de atención directa a las personas, respetar sus derechos y garantizar a toda la población, esté o no en riesgo de exclusión social, la prestación de unos servicios públicos dignos y estables (...).
3. Investigación e innovación. En estas últimas semanas han coincidido dos buenas noticias. Una, la aprobación por parte del Consejo de Gobierno del plan de ciencia, tecnología e innovación; otra, la constitución de la Fundación de Investigación Biosanitaria de Asturias. El plan de ciencia aspira a movilizar 1.288 millones en un quinquenio, el que abarca desde 2013 a 2017, con la implicación de otras administraciones, la Universidad y las empresas privadas. La constitución de la Fundación Biosanitaria es un ejemplo de cuál es el afán de futuro de este Gobierno.
El fomento de la investigación y la innovación es un lugar común, ya lo sé. Pero no deja de ser cierto, y más en una comunidad pequeña. Nuestra competitividad, por decirlo así, ya no puede descansar sobre la producción de mineral o el tamaño de las factorías. Se lo dice uno de los más convencidos defensores de nuestro corazón industrial. Hemos de empeñarnos en la explotación de otras materias primas, y entre ellas hemos de situar el talento y las dotaciones para la investigación.
Habitualmente, cuando hablamos de esta cuestión, volvemos los ojos hacia las grandes empresas instaladas en Asturias. Les propongo que se fijen también en otras capacidades. Por ejemplo, la enorme que ofrecerá la puesta en marcha del Hospital Central y de la Fundación Biosanitaria. Sumen las posibilidades que suponen también nuestra calidad ambiental y la industria agroalimentaria, y saquen la cuenta. Asturias debe ser una referencia biomédica y sanitaria internacional. Si, además, le sumamos la calidad ambiental y la industria agroganadera, el potencial es enorme. No sean escépticos. Les aseguro que contamos con las capacidades sanitarias, investigadoras y agroalimentarias necesarias y, también, con la calidad ambiental precisa. Podemos y debemos apoyar una cultura científica emprendedora que impregne el conjunto de la sociedad, fomente su creatividad y consiga un mayor grado de aceptación social e institucional.
4. Segundo gran impulso al turismo. El desarrollo turístico de Asturias también fue recibido con un mohín desdeñoso hace décadas. Nadie duda ahora de su importancia. Este verano las noticias han sido buenas (...). A la vista de los datos, podríamos conformarnos. Sin embargo, considero necesario darle un nuevo impulso, con una idea más ambiciosa. La actividad turística puede aportar mucho más a Asturias si conseguimos varios objetivos: mejorar el nivel medio de actividad a lo largo de todo el año (...), mejorar la calidad de nuestra oferta (...) y coordinar las ofertas municipales, porque la colaboración de los ayuntamientos puede favorecer mucho el destino Asturias. Un cuarto de siglo después de haber promovido el desarrollo del turismo rural en Asturias, llega la hora de darle un segundo gran impulso al desarrollo turístico del Principado.
5. Otra comprensión del mundo rural. Les decía antes que hemos de superar esa idea de que el mundo rural sufre una condena inexorable. Necesitamos una mirada nueva sobre nuestro mundo rural y lo que en él ocurre. Una mirada que desbarate tópicos y prejuicios y sume ideas para el desarrollo del medio rural. Nuestro objetivo es contar con una estrategia de competitividad del sector primario y desarrollo económico del medio rural que defina una estrategia a medio plazo para la permanencia y el desarrollo de la ganadería de leche y carne, la industria de transformación de productos agrarios y pesqueros, impulsar el sector forestal e incorporar nuevas producciones y actividades.
Asturias en España
La situación nacional merece una reflexión más extensa, porque coinciden tres problemas graves. El más reconocido es la crisis. El más exacerbado es la pulsión independentista catalana. El más desagradable es la corrupción y el desprestigio de las instituciones.
Defiendo que el Gobierno de Asturias (...) ha de tener y ejercer su voz sobre esa tríada, negra como ala de cuervo. Saben que ante la recesión y la austeridad abrasiva -antesala de la pobreza inducida-, el Gobierno de Asturias se empeña en la salvaguarda de los servicios públicos de calidad. Ése es un objetivo permanente. Existe hoy un debate sobre la consistencia de las supuestas señales de recuperación económica. Tengo mi juicio, pero me apresuro a aclarar una cuestión: cuanto antes remonte España, mejor para Asturias. Por lo tanto, no me van a encontrar de oficiante apocalíptico. Agoreros, los justos. Pero sí considero que la economía española no puede volver a cimentarse sobre la arena. Si regresamos al pasado reciente especulativo, con una legislación laboral regresiva y con un Estado del bienestar enflaquecido, habremos construido una nación más pobre. España necesita una musculatura productiva e industrial de la que carece, y la política del Ministerio de Industria, como la que aplica a la minería asturiana, no hace más que malbaratar, dilapidar actividades necesarias. Tampoco cabrá hablar de recuperación si los índices macroeconómicos se izan a costa de la desigualdad.
(...) La propuesta secesionista catalana tiene como estandarte un lema propagandístico imbatible: la reclamación del derecho a decidir (...). Bien, yo también apelo a ese derecho (...). El derecho a decidir nos incumbe a todos (...). En este caso, entiendo que conviene reformar la Constitución para que España sea un Estado federal (...). La reforma ofrece la oportunidad de debatir sensata y calmadamente un sistema que no esté sometido a una tensión continua, porque es posible delimitar cuál es la distribución de competencias. Hay quienes tienen miedo a ese debate. En cambio, mi temor es otro: que la Constitución de 1978 se fosilice y, con ello, se convierta en irreformable.
(...) El tercer problema también nos implica a todos y cada uno de nosotros. La ejemplaridad en el manejo de los fondos públicos es una urgencia. Cada uno, en el espacio que le corresponde, debe favorecer la transparencia y la rendición de cuentas. Pero también es necesario establecer cautelas sobre cuestiones como la duración de las campañas electorales o la financiación de los partidos.
