LA NUEVA ESPAÑA visita las instalaciones del CERN en las afueras de Ginebra. Más de 11.000 personas trabajan en el que es el principal centro de investigación en física de partículas del mundo, donde se detectó el bosón de Higgs y que ha recibido el Premio Príncipe de Asturias. Asturianos como Bárbara Álvarez, Rebeca González, Isidro González se encargan del análisis de los datos de los detectores que tratan de dar respuesta a los interrogantes del Universo. Otros, como Isabel Fernández y Carmen Álvarez trabajan en los servicios informáticos de los servicios generales del centro. Empresas del Principado han participado en la contrucción del acelerador LHC o parte de los detectores. Las restricciones presupuestarias siembran incertidumbre sobre el futuro de una investigación en la que España ha logrado colocarse entre los grandes gracias a su presencia como país socio del CERN. Un amplio reportaje en el suplemento siglo XXI de la edición de mañana domingo de LA NUEVA ESPAÑA repasa la huella asturiana en el CERN, que en 2015 afrontará los interrogantes del siguiente reto al que se enfrenta la Física: la supersimetría.