"Molinera", la osezna rescatada el 19 de septiembre en el pueblo de Riomolín, próximo a Leitariegos (Cangas del Narcea) y devuelta al monte el pasado 29 de noviembre tras dos meses en el Centro de Recuperación de Sobrescobio, vivirá finalmente en cautividad en el cercado de Santo Adriano junto a "Paca", "Tola" y "Furacu". El Principado, por medio de técnicos de la Consejería de Agroganadería, capturó ayer por la tarde al animal de un año y lo trasladó a su nueva residencia por su "incapacidad para adaptarse al medio natural". La presencia continua del plantígrado en las calles de Degaña era constante en los últimos días. Por la mañana se acercaba a una panadería y a las doce de la noche a un bar. Su querencia por los seres humanos constató el fracaso del plan de reintroducción y motivó la decisión de la Consejería de Agroganadería, que considera que su libertad puede "acarrear un problema potencial para las personas y para su propia supervivencia". Roberto Hartasánchez, presidente del Fondo para la Protección de Animales Salvajes (FAPAS), fue el único de los expertos convocados ayer por el Principado que se opuso a la decisión: "Que la osezna tenía que vivir en el cercado de Santo Adriano estaba preparado. Interesaba meterla ahí para seguir con el circo, ahora que "Paca" y "Tola" son mayores", aseguró ayer a este periódico.

El traslado de "Molinera" a Santo Adriano, donde permanecen "Paca y "Tola" desde 1996, llega en un momento en que se debate sobre el delicado estado de salud de "Tola", que cumple 25 años en enero, como su hermana "Paca", ambas emblemas de la recuperación del oso pardo cantábrico en Asturias. En un principio, los expertos recomendaron la suelta de "Molinera" en el cercado más grande, pero su mal estado y la falta de acondicionamiento (lleva tres años inactivo) obligó a dejarla de manera provisional en el cercado más pequeño, junto a las osas mayores y "Furacu".

"Molinera" llegó ayer a Santo Adriano a las 19:22 horas de una tarde desapacible, lluviosa y oscura. Fue capturada a las 16:30 horas en Degaña y llevada por carretera hasta el cercado. Iba anestesiada en un remolque cilíndrico y aparatoso que hubo que alzar a pulso porque, al final, quedó atascado en una curva. Aquello no giraba, pero los técnicos se esmeraron hasta conseguirlo. "Molinera", por lo demás, realizó el viaje sin problemas, "tranquila y sin dar guerra".

El miércoles por la noche, la Consejería convocó a los expertos a una reunión urgente para ayer por la mañana. Allí se comunicó la decisión: había que recogerla y trasladarla a Santo Adriano "de forma urgente" para atajar una situación de "riesgo impredecible". Su comportamiento, explicó luego la Consejería en un comunicado, fue normal durante sus primeros 15 días tras su suelta en Muniellos porque "se dedicó a explorar el territorio y actuar con normalidad". Pero el pasado 6 de diciembre inició una serie de aproximaciones a Degaña que "finalizaron con varios días de presencia continuada en jardines, huertos, aparcamientos, polideportivo, cementerio y en la carretera de la localidad, hasta el punto de deambular entre las viviendas". En ese momento, la Guardería del Medio Natural entendió que era necesario "establecer una vigilancia permanente". Y no sólo vigilar, también actuar. Así, los técnicos decidieron llevar a cabo una serie de medidas disuasorias para alejarla del pueblo. Inicialmente no fueron eficaces, así que el miércoles se optó por desarrollar un operativo con perros. Ese día, "Molinera" se fue a un robledal donde pasó la noche. Pero a la mañana siguiente, volvió a la localidad, hizo frente a los perros y mostró "un comportamiento mucho más agresivo". Era ya un "oso familiar", se paseaba por el pueblo sin miedo a los humanos, que no dudaron en fotografiarla.

Hartasánchez aseguró ayer: "Nos vendieron que todo lo que hicieron en el Centro de Recuperación de Sobrescobio era una maravilla. Pero no está demostrado. No sabemos qué hacen allí. Y si ves a la consejera acariciándola, ¿qué piensas? Lo que está claro es que ha quedado condicionada por un manejo humano". El presidente del FAPAS criticó también el lugar de su suelta, Muniellos: "La opción más cómoda. Es una zona muy humanizada. Hay otros sitios".