El gobierno asturiano trató ayer de recuperar la iniciativa tras el varapalo de ver rechazado su proyecto de presupuestos para 2014. El Presidente del Principado, Javier Fernández, no escurrió el bulto veinticuatro horas después de una derrota, que reconoció y asumió. La reunión extraordinaria del Consejo de Gobierno sirvió para poner en marcha «el plan B» que consistirá en tratar de «aminorar» los efectos negativos de la prórroga sobre la economía regional. «A la gente esto no la beneficia, la perjudica. Es un fracaso de los políticos y de la política», sostuvo Javier Fernández, quien rechazó la posibilidad de elaborar otro proyecto de presupuestos y descartó la convocatoria de unas elecciones, como hiciera Francisco Álvarez-Cascos en 2012: «No voy a embarcar a los asturianos en ese tipo de aventuras», zanjó.

Javier Fernández, que el pasado viernes guardó silencio después de que Foro, el PP, IU y UPyD sumaran sus votos para rechazar los presupuestos del próximo año, no se anduvo con rodeos al analizar el nuevo escenario político. «En cualquier sistema democrático, cuando un parlamento rechaza los presupuestos es una derrota del gobierno y este Gobierno y su presidente lo reconoce y lo asume», declaró el Presidente que acto seguido fijó el foco en los partidos de la oposición. «No es una responsabilidad única. El Gobierno cuenta con 17 diputados en un parlamento de 45. En un momento difícil con la crisis que vivimos, el rechazo a las cuentas es una responsabilidad compartida», planteó el presidente regional, dejando entrever un cierto tono de reproche porque, añadió, «la prórroga supone que los ingresos se aminoran y la gestión es menos ágil».

El ejecutivo regional tendrá que pisar a fondo el acelerador de la prórroga, tal y como encargó ayer Javier Fernández a Dolores Carcedo. «Ahora se trata de gestionar lo mejor posible. He pedido a la consejera de Hacienda que analice cómo incide la prórroga en cada departamento. Hay que actuar de la manera más rápida y minorar sus efectos sobre la economía regional, los servicios públicos y el empleo», planteó el Presidente antes de confirmar que el decreto de prórroga se hará en los próximos días, para su entrada en vigor el 1 de enero, y de que tratará de aprovechar «la disponibilidad» de 157 millones de euros del Fondo de Liquidez, confirmada por el Ministerio de Hacienda. Javier Fernández puso deberes al resto de consejeros. «Les he pedido que agilicen los proyectos de ley para remitirlos a la Cámara. Vamos a seguir gobernando y gestionando. A todos pido responsabilidad y arrimar el hombro en este momento de dificultad», un mensaje que parecía apuntar, también, a los grupos de la oposición, con los que habrá que negociar los créditos extraordinarios de autorización de gasto para sacar adelante la prórroga.

El presidente del Principado se mostró más locuaz de lo habitual. Tenía ganas de hablar. «Hay cosas que no he dicho porque alimentaba la esperanza de que al final hubiera presupuesto. Hemos callado asumiendo el riesgo de que muchas mentiras que se estaban diciendo, a fuerza de repetirse y no tener respuesta, pudieran convertirse en verdad», reveló Fernández. En primer lugar, destacó que las cuentas rechazadas están «en la misma línea» que las aprobadas hace un año por IU y UPyD para, a continuación, señalar a la negativa del PSOE a la reforma de la ley electoral como «el antecedente político» que ha marcado el rechazo a los presupuestos regionales y las conversaciones con los que fueron sus socios hace un año.

«Estoy convencido de que si el PSOE hubiera aprobado la reforma electoral, hoy Asturias tendría presupuesto para el próximo año», sostuvo el líder de los socialistas asturianos que, sin embargo, no daría marcha atrás en la negativa a modificar la normativa electoral autonómica. «No me arrepiento en absoluto. ¿Qué seriedad y credibilidad tendríamos si hubiéramos cambiado de posición y dado ese salto?», planteó Javier Fernández para, más adelante, reprochar la postura del partido magenta. «Es evidente que no ha cumplido el acuerdo», respondió, para abundar en que «una mayoría reforzada no es 23 sobre 45, porque un voto menos ya sería minoría».

Para el presidente del Principado, ni IU, ni UPyD ni el PP han querido negociar. «UPyD se levantó de la mesa sin pedir nada y anunció la enmienda de totalidad antes de que llevásemos el presupuesto l parlamento, algo insólito (...) El planteamiento fiscal de IU llevaba directamente a la no aprobación de las cuentas. Si el PSOE hubiera aceptado la propuesta de fiscal de IU, Asturias estaría igual que hoy, sin cuentas (...) Y fíjense la voluntad de negociar del PP que pedía la eliminación del impuesto de patrimonio que tienen todas las autonomías, salvo Madrid, a la que el Gobierno central la le ha dicho que lo aplique». Sobre Foro, fue escueto: «nunca pensé en llegar a ningún acuerdo con ellos, porque con todo respeto para sus votantes, es una fuerza que está en el cuanto peor, mejor y en la tierra quemada».

Javier Fernández cree que los asturianos «estarán desconcertados con las réplicas y contrarréplicas entre los grupos políticos», que han desembocado en la falta de acuerdo y la prórroga presupuestaria para 2014. «Hay fuerzas políticas que tienen un extremado interés en desorientar. Lo que se trata es que la gente entienda que la prórroga no la beneficia, la perjudica. Es un fracaso de los políticos y de la política».

El presidente del Principado argumentó los motivos de que su gobierno no presente otro proyecto de presupuestos y se decante por gestionar la prórroga. «Perderíamos unos meses que no nos podemos permitir y con unas expectativas mínimas de lograr un acuerdo», pronosticó.

Javier Fernández defendió que con prórroga presupuestaria «se puede y se debe gobernar», a diferencia de lo que hizo su predecesor en la presidencia regional, Francisco Álvarez-Cascos. «No se puede llevar a Asturias a unas terceras elecciones en la misma legislatura . No voy a embarcar a los asturianos en ese tipo de aventuras y hacer pagar a la comunidad el daño de cuatro escrutinios en cuatro años. Que no cuenten conmigo para ese desatino», respondió el presidente del Principado, que apeló a la responsabilidad de la oposición para sacar adelante leyes de crédito que minimicen los efectos de la prórroga.

La portavoz de Foro, Cristina Coto, no recogió ese guante y calificó de «ejercicio de cinismo» la valoración de Fernández sobre la prórroga. «Cuando su partido en alianza con el PP votaron en contra del proyecto de presupuestos en 2012, la culpa era de Francisco Álvarez-Cascos, ahora en cambio la responsabilidad de no tener presupuestos es "compartida" con el resto de partidos», manifestó Coto en un comunicado. La dirigente forista sostuvo que «Asturias no está sin presupuesto, está sin gobierno por la incompetencia y holgazanería de Javier Fernández». El discurso de la presidenta del PP asturiano fue menos agresivo. La prórroga «no es un éxito colectivo», admitió Mercedes Fernández, aunque matizó que «si hay que apuntar el fracaso a alguien, el mayor porcentaje siempre lo lleva el Gobierno». La portavoz popular abrió la puerta a la colaboración para que los asturianos no salgan perjudicados con la prórroga: «la predisposición del PP es favorable al acuerdo en materia de créditos extraordinarios», dijo Mercedes Fernández en Nava .