Asturias volvió a quejarse ayer del temporal, que despidió febrero azotando de nuevo, añadiendo nuevos siniestros al ya elevado parte de daños registrado hasta ahora en la región. La culpa fue otra vez del viento, que sopló con tanta fuerza que derrumbó parte de una pared de la cancha deportiva del colegio de Blimea. Fue el suceso más grave y sucedió, por fortuna, durante la mañana del viernes, sin nadie alrededor, así que no hubo que lamentar más daños que los materiales. La imagen, una montaña de piedras esparcidas sobre la propia pista, dio indicios, sin embargo, de la tragedia que pudo haber sido, porque estaba previsto que decenas de niños celebrasen ayer allí mismo el carnaval. Las rachas alcanzaron los 120 kilómetros por hora en puntos de Cabrales y se llevaron también una parte de la cubierta de otro colegio, el de Infiesto, además de derribar árboles en Oviedo, Avilés o Llanes. La mar, agitada, volvió a estrellarse con cierta virulencia contra el litoral asturiano y dejó saltos de ola y aparatosos cortes de calles en Gijón, Llanes o Cudillero. En el aeropuerto no hubo que lamentar nada más que retrasos en algunos vuelos. La alerta naranja por fenómenos costeros continuará durante el día de hoy en la parte oriental de la región.

El mayor susto de la jornada ocurrió en el colegio El Parque de Blimea. Un muro de 6 metros de altura y 12 de largo se desplomó, en la madrugada del viernes, sobre la cancha deportiva del colegio El Parque de Blimea. El suceso se produjo a una hora en la que el centro educativo está vacío, lo que evitó que se pudiese producir una tragedia, porque para ayer mismo estaba previsto que los niños del colegio celebrasen el festival del carnaval en la cancha. Los bloques que cayeron del muro ocuparon prácticamente toda la pista de futbito del colegio.

"Menos mal que pasó por la noche", repetían padres de los alumnos del colegio, muchos de los cuales se acercaron ayer hasta el centro a ver el festival de carnaval, que tuvo que celebrarse en el polideportivo de Blimea, que está junto al colegio. En principio, la cancha cubierta de la escuela iba a ser su escenario, pero el desplome del muro y los cientos de kilos de escombros que cayeron sobre la pista lo impidieron. Ramón Castaño, director del centro, subrayó que "la suerte fue que ocurrió por la noche, cuando no hay nadie, y no a la hora del recreo. Podía haber sido una desgracia, algo muy grave".

La cancha se limpiará el lunes, según informó el Ayuntamiento de San Martín del Rey Aurelio, que aseguró que se aprovechará que el martes es festivo en el concejo para proceder a las actuaciones. Además, se pretende estudiar el estado en el que se encuentra el resto de la estructura para determinar qué hay que hacer, pero la intención es clara: "Arreglar el muro, pero con completa seguridad". Se da la circunstancia de que esta cancha cubierta acabó de construirse en la primavera de 2005.

Fue la policía, cuando patrullaba por la noche, la que se percató de la caída del muro del colegio. El descubrimiento tuvo lugar sobre las cinco y media de la madrugada. La zona fue acordonada para que los niños no se acercasen hasta la cancha cubierta. Se decidió, eso sí, que las clases del día se celebrasen con normalidad, evitando que los alumnos entrasen en la zona de seguridad. El Ayuntamiento indicó que la pared "se reparará con todas las garantías de estabilidad. Hay que evitar que esto pueda ocurrir de nuevo".

El Consistorio de San Martín del Rey Aurelio anunció además que se iba a poner en contacto con la FAC (Federación Asturiana de Concejos), el organismo que está centralizando las reclamaciones para lograr ayudas para sufragar las reparaciones del anterior temporal de viento. El objetivo es incluir este nuevo destrozo en el expediente de reclamación, que ya se había cerrado.

Por su parte, en Infiesto, el temporal puso en jaque a los alumnos del colegio público de la localidad, despojado de una de sus cubiertas. Una cuidadora del transporte escolar alertó a los servicios de emergencias, pasadas las ocho de la mañana, de que una chapa de metal de las que conforma la cubierta del centro educativo piloñés estaba a punto de salir volando.

Inmediatamente, tres vehículos de bomberos y personal del ayuntamiento piloñés se trasladaron al edificio, mientras alumnos y algunos padres iban llegando y mostraban su sorpresa del revuelo existente. En apenas una hora, los efectivos de Bomberos de Asturias se encargaron de asegurar que la chapa no se soltara, si bien alertaron de la posibilidad de nuevos episodios similares por el mal estado de la cubierta.

En Avilés, el viento derribó un árbol y dejó sin suministro eléctrico a la zona de La Folleca. En Langreo, otro árbol cayó en la zona del colegio Gervasio Ramos de Sama, mientras que en Mieres, en el polígono industrial de Gonzalín, el alero de una nave industrial cayó sobre la carretera.

Por otra parte, el PSOE criticó ayer la ausencia del Gobierno del Principado en la visita el jueves del subsecretario de agricultura a los lugares afectados por el temporal. Los diputados socialistas preguntarán al ministro de agricultura las razones de la ausencia.