La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La pista perdida en Asturias

El origen de los explosivos en Mina Conchita (Belmonte) puso el foco en la labor policial desarrollada en los meses previos a los atentados islamistas de Madrid

Raúl González Peláez. Reuters

Las investigaciones del 11-M desvelaron la participación en los atentados de decenas de personas, principalmente islamistas, pero también asturianos de los bajos fondos, algunos de ellos, absueltos. A continuación, el segundo capítulo del diccionario de personajes del 11-M, de la letra G a la L.

García, Manuel, "Manolón". Agente de Estupefacientes de la Comisaría de Avilés para el que supuestamente informaba José Emilio Suárez Trashorras. La relación se inició a raíz de la "operación Pipol", que permitió la incautación de 84 kilos de hachís, tres de cocaína, 16 cartuchos de dinamita y 94 detonadores eléctricos. Trashorras sostiene que informó a "Manolón" de los datos de los "moritos" que habían acudido a Asturias a por dinamita. Manuel García atrajo a Trashorras a la Comisaría para su detención días después de los atentados, después de que el ex minero avilesino le hiciese un comentario sobre la presunta autoría de los hechos.

Goma 2 Eco. La dinamita usada en los atentados. Había sido utilizada en el pasado por ETA, aunque en 2004 hacía tiempo que la había abandonado por el titadine, más fácil de obtener en Francia. Trashorras asegura que de Mina Conchita salieron 150 kilos de este explosivo, utilizado posteriormente en los trenes de Madrid, en la línea de AVE Madrid-Sevilla y en el piso de Leganés, el 3 de abril de 2004, donde los autores materiales de la matanza estallaron unos 17 kilos de explosivo para suicidarse. Durante el juicio se planteó una polémica sobre el tipo de explosivo utilizado, puesto que al examinarse los restos de las detonaciones en los trenes se hallaron trazas de dinitrotolueno y de nitroglicerina, que no son componentes de la Goma 2 ECO, y sí del titadine. El hallazgo de estas sustancias se atribuyó a una contaminación.

González Díaz, Javier, "El Dinamita". Trashorras le hizo una llamada sospechosa desde su móvil, lo que hizo que fuese acusado de tráfico de explosivos. Tenía alguna relación con los Toro y Trashorras, a quienes reparaba vehículos. También con el menor Gabriel Montoya Vidal. En el juicio se demostró que no tenía que ver con el tráfico de explosivos y terminó siendo absuelto.

González Peláez, Raúl, "El Rulo". Picador de Mina Conchita que fue procesado como supuesto suministrador de los explosivos de los atentados del 11 de marzo, condenado a cinco años de cárcel por la Audiencia Nacional y absuelto por el Supremo al no hallar pruebas contra él. En su declaración ante el director de la cárcel de Mansilla de las Mulas, en 2010, José Emilio Suárez Trashorras insiste en que obtuvo la dinamita a través de él y otros mineros, como el fallecido Emilio Llano, vigilante de Mina Conchita. González declaró que sólo trataba con Trashorras para comprarle cocaína.

Granados Peña, Iván. Uno de los amigos de Suárez Trashorras. Se le atribuía haberle ayudado a llevarse parte de los explosivos de Mina Conchita. La Audiencia Nacional le absolvió y el Supremo ratificó la sentencia. Su letrado le pintó en el juicio como un joven bueno y confiado del que Trashorras se aprovechó. El ex minero le menciona en su declaración de 2010 una sola vez, e indica que le acompañó a Tineo para apalabrar con Raúl González la entrega de la dinamita, aunque no participó en el encuentro.

Grupo Islámico Combatiente Marroquí. Organización yihadista sunnita ligada a Al Qaeda. Según el experto en terrorismo Fernando Reinares, este grupo terrorista aprobó los atentados del 11-M en una reunión en Estambul a principios de 2002. Algunos miembros de la célula local de los atentados estaban ligados a esta organización. También se le atribuye el atentado de Casablanca, con doce suicidas, que causó 45 muertos, tres de ellos españoles.

Hernando, Félix. Coronel jefe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. Aseguró que sus agentes recibieron informaciones de la trama asturiana de explosivos a través de Rafá Zouhier, a quien convencieron para que pidiese una muestra de dinamita a Toro y Trashorras, y que se desentendieron de la investigación tras realizar un viaje a Asturias en febrero de 2003 y dejar el caso en manos de la Comandancia de Oviedo. No hizo mención a una comunicación de la UCO a la Comandancia de Oviedo del 6 de marzo de 2003, en la que se indicaba que la investigación de los asturianos apuntaba a una organización nacional de delincuentes, con lo que el caso dejaba de ser competencia de la Guardia Civil asturiana. El entonces comandante Jambrina, jefe operativo de la Comandancia de Oviedo, declaró en el juicio de los atentados que, tras el 11-M, agentes de la UCO le pidieron que destruyera la nota del 6 de marzo de 2003.

Hriz, Abdelilah. Investigado tras los atentados por haber ayudado a salir de España a alguno de los miembros de la célula del 11-M (Mohamed Affellah), en 2007 se le imputa como autor material de los atentados, tras hallarse su adn en el piso de Leganés y en la finca de Morata de Tajuña. Tras el 11-M huyó a Turquía, donde facilitaba el acceso de yihadistas a Siria, camino de Irak. Fue detenido en 2008 y condenado en Marruecos a 20 años de cárcel por constituir un grupo terrorista. Su caso sigue abierto en la Audiencia Nacional.

Jambrina, Francisco Javier. Jefe de operaciones de la Comandancia de Oviedo en el momento de los atentados del 11-M. En el juicio indicó que agentes de la UCO le pidieron que destruyese una nota del 6 de marzo de 2003 enviada por esa unidad con base en Madrid, en la que se indicaba que Toro y Trashorras podrían formar parte de una organización de delincuentes nacional, lo que dejaba el asunto fuera de la jurisdicción de la Guardia Civil asturiana. Relató las investigaciones que se habían realizado en Asturias durante unos seis meses a raíz de las denuncias de José Ignacio Fernández Díaz, "Nayo", al capitán jefe de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Oviedo, Pedro Amable Marful Amor.

Kounjaa, Abdennabi, "Abdallah". Uno de los suicidas de Leganés, acompañó a "El Chino" a Mina Conchita para recoger la dinamita. Su adn se encontró en la finca de Morata de Tajuña, donde se montaron las bombas, y en la Renault Kangoo que utilizaron los terroristas. Pudo ser uno de los que colocó la bomba de la línea del AVE Madrid-Sevilla, el 2 de abril de 2004. Antes de suicidarse escribió una carta a sus hijos para que hiciesen la yihad.

Laguna Palacios, Pedro. Coronel jefe en Asturias de la Guardia Civil en el momento de los atentados. Declaró dos veces ante la Comisión del 11-M, después de que se encontrasen algunos puntos oscuros en la primera de ellas. El hoy general de brigada de la reserva declaró que tuvo conocimiento de la existencia de una investigación sobre una trama de explosivos en febrero de 2003, y que ordenó formar un equipo conjunto entre agentes de la Comandancia y la UCO. La siguiente noticia, dijo, la tuvo meses después, cuando le informaron que las investigaciones no avanzaban y que el operativo quedaba "durmiente". El jefe de la Comandancia de Oviedo, el teniente coronel Fernando Aldea Juan, declaró que Laguna rechazó formar un grupo conjunto entre las comandancias de Oviedo y Gijón. Laguna fue sustituido por el coronel Luis Antonio Búrdalo de Fuentes, que abrió una investigación sobre lo ocurrido y llegó a tomar declaración a 17 agentes y oficiales asturianos.

Lamari, Allekema. Miembro del Grupo Islámico Armado (GIA) argelino, llegó a España en 1997 y ese mismo año fue detenido como miembro de una célula yihadista en Valencia. Condenado a 14 años de cárcel, el Supremo rebajó su pena en 2002 a nueve años, lo que le permitió salir de la cárcel aún más radicalizado. En 2003 se le captó una comunicación en la animaba a los argelinos a atentar en España. Acogido por la célula local de los atentados, fue uno de los autores materiales del 11-M y se suicidó con otros seis yihadistas en el piso de Leganés el 3 de abril de 2004. Aparece en un vídeo hallado en el piso de Leganés en el que amenazaba con más atentados en España si no retiraba sus tropas de Afganistán e Irak. Su adn fue hallado en el Skoda Fabia encontrado en junio de 2004 junto a una de las estaciones de los atentados, pero que luego anuló como prueba el magistrado Gómez Bermúdez que juzgó el caso en la Audiencia Nacional.

Larbi ben Sellam, Mohamed. Sus huellas se encontraron en el piso de Leganés. Se declaró inocente en el juicio, pero fue condenado a 12 años de prisión por pertenencia a organización terrorista. El Supremo lo rebajó a 9 años. Detenido en junio de 2005, cumplió en febrero su condena, pero no saldrá en libertad, al estar pendiente de extradición a Marruecos, donde tiene asuntos pendientes.

Lavandera Villazón, Francisco Javier. Uno de los denunciantes de la trama de los explosivos asturiana. Empleado del club de alterne Horóscopo, donde le conocieron Toro y Trashorras. En agosto de 2001, cuando estalló la "operación Pipol", que llevó a la cárcel a Toro, acudió a la Guardia Civil de Gijón para denunciar que el cuñado de Trashorras tenía una gran cantidad de explosivos. A raíz de aquello, la Comandancia de Gijón abrió la "operación Serpiente", que no llegó a buen puerto, según los mandos de la Benemérita por estar Lavandera "quemado". El agente Campillo grabó una cinta con las declaraciones de Lavandera que se encontró en el cuartel de Cancienes tras la declaración del coronel Laguna ante la comisión del 11-M. El jefe de la Comandancia de Gijón, el entonces teniente coronel José Antonio Rodríguez Bolinaga, guardó la cinta durante cerca de un mes en una caja fuerte y no la entregó al juez hasta que su existencia fue desvelada por un periódico nacional. Bolinaga fue sancionado por ello y luego trasladado a Madrid. En su declaración de Mansilla de las Mulas de 2010, Trashorras afirma que Lavandera estaba en contacto con vascos y les iba a facilitar armas a cambio de explosivos, pero se echó atrás cuando Toro fue detenido en la "Operación Pipol".

Llano Álvarez, Emilio. Vigilante de Mina Conchita, en Belmonte de Miranda, fue acusado de proporcionar la dinamita de los atentados. Este cangués que residía en Grado, y que murió en noviembre de 2010 tras una larga enfermedad, pasó 22 meses en prisión preventiva, pero luego fue absuelto en el juicio del 11-M, en el que declaró que nunca observó irregularidades en el uso de la dinamita. En la declaración que hizo Trashorras en Mansilla de las Mulas, en 2010, indicó que Llano y Raúl González Peláez, "Rulo" eran quienes proporcionaban la dinamita, junto a Conrado P. T.

Compartir el artículo

stats