El Gobierno regional aprobó ayer el plan estratégico de residuos del Principado, que incluye la construcción de la incineradora del Consorcio para la Gestión de los Residuos Sólidos de Asturias (Cogersa), la obra pública más relevante para los próximos años en Asturias. La planta, que costará 202 millones de euros, empezará a funcionar previsiblemente en 2020, cinco años después de lo previsto. La falta de acuerdo político durante la última década y varios reveses judiciales retrasó la construcción de una instalación cuyo inicio de actividad había sido fijado en su día para 2015, año en que el vertedero de Serín agotaba su capacidad. La demora, por tanto, obliga ahora al Principado a incluir en el documento sacado adelante ayer una partida de 2,5 millones de euros para acometer el recrecido del citado vertedero, donde la basura se apilará 2,8 millones de metros cúbicos más hasta finales de 2019.

El plan de residuos tendrá una vigencia de una década (2014-2024) y un presupuesto de 314,5 millones de euros, de los que casi 291 pertenecen a un total de doce inversiones. La planta de valorización energética, que así se llama a la incineradora, supone por tanto casi el 65% por ciento del presupuesto de un plan que generará, según estimaciones del Principado, 1.090 empleos directos, fundamentalmente vinculados a la gestión de los residuos domésticos y comerciales y casi 2.900 indirectos. Entre Cogersa y el Principado de Asturias se harán cargo de un 93,12 por ciento del presupuesto total.

La versión definitiva del documento, que recibió 432 alegaciones desde que fue sacado a información pública en febrero de 2013, fue explicada ayer en Oviedo por la consejera de Fomento, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, Belén Fernández. Entre las novedades destaca la reducción del tamaño de la propia incineradora, que verá restringida su capacidad de 340.000 toneladas al año a 310.000. Esto implicará un "mayor esfuerzo" para todos los asturianos a la hora de reciclar. El documento, que no re coge multas para los usuarios por no separar los residuos, será remitido en los próximos días a la Junta General del Principado.

El plan descarta la construcción de la planta clasificadora de basura bruta por petición de los Ayuntamientos, pero establece una serie de matices en relación a la última versión presentada. Así, se aumenta la capacidad de las plantas de clasificación de envases y papel cartón, que obligará a hogares y comercios a separar el 57% de este tipo de residuos que generen. Se mantiene también la ampliación de la planta de biometanización triplicando la capacidad para tratar materia orgánica de residuos domésticos y de grandes productores, hasta las 90.000 toneladas por año. Además, se mantiene la fabricación de combustible derivado de residuos (CDR), pero se reduce la cantidad de 65.000 a 51.000 toneladas por año, combustible que luego se valorizará energéticamente en instalaciones industriales.

Desde la entrada en vigor del plan, este año, hasta 2024 se prevé la constitución de una comisión de seguimiento que informará sobre el seguimiento del proceso y el cumplimiento de las actuaciones. Además, se contempla realizar una revisión completa del plan en el año 2020. La consejera Belén Fernández calificó de "urgente" y "necesario" el plan aprobado ayer y destacó la importancia de que Asturias cuente con un documento que es condición imprescindible para acceder a fondos europeos en el periodo 2014-2020. Fernández agradeció todas las aportaciones realizadas y animó a todos los agentes implicados a ponerse manos a la obra para llevar a cabo las actuaciones previstas.

La Coordinadora Ecoloxista d'Asturies manifestó ayer su rechazo frontal a la aprobación del documento. "El plan pone en peligro la salud humana y daña el medio ambiente. Se renuncia al reciclaje y no concreta cómo va a afectar este endeudamiento a los Ayuntamientos", explicó la organización.

Desde el año 2003, Cogersa defiende la necesidad de construir una incineradora ante el agotamiento del vertedero de Serín, una opción que se aceleró cuando la Unión Europea aprobó la normativa que impone la obligación de reciclar el 50% de los residuos urbanos en 2020. Sin embargo, la falta de acuerdo político y los reveses judiciales han paralizado el proceso. En diciembre de 2011, un juez anuló el acuerdo alcanzado meses antes por Cogersa para echar andar el proyecto de la incineradora, que fue recurrido por Los Verdes alegando que la obra no tenía sustento legal al no contar con un plan de residuos. Entonces, Cogersa había invertido ya dos millones de euros entre estudios y visitas a otras plantas. Ahora, la aprobación del plan parece que supondrá la definitiva puesta en marcha de la planta, pero a cambio harán falta otros 2,5 millones de euros para alargar la vida del vertedero de Serín.

Las inversiones

Actuaciones previstas

-Planta incineradora (202 millones de euros). -Ampliación de la planta de clasificación de envases ligeros (3,5 millones de euros). -Ampliación de la planta de clasificación de papel y cartón (300.000 euros). -Planta de tratamiento de escorias (15 millones de euros). -Planta de preparación de CDR (8 millones de euros). -Nuevas instalaciones de gestión de residuos domésticos (10,9 millones). -Puntos limpios (10,3 millones) -Recrecido del vertedero (2,5 millones). -Planta compostaje lodos (4,2 millones). -Planta secado solar de lodos (16,5 millones). -Planta biometanización (16,4 millones de euros). -Ampliación planta de compostaje de residuos vegetales (1 millón de euros).