Asturias fue la región española donde, porcentualmente, más se incrementaron las ejecuciones hipotecarias, esto es, los procesos por impago de hipotecas. Según datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), en 2013 se presentaron ante los Juzgados asturianos un total de 971 ejecuciones hipotecarias, que suponen un 11 por ciento más que en 2012. A nivel nacional, sin embargo, estos procesos se redujeron un 9,8 por ciento. Por contra, los lanzamientos acordados por los Juzgados se redujeron un 29,8 por ciento en la región, pasando de 2.059 en 2012 a 1.445 en 2013.

El economista Ricardo Sanmarcos justificó esta aparente contradicción por dos razones. Por un lado, "las modificaciones de la ley de ejecución hipotecaria permiten suspender el proceso en determinados casos. Los jueces los están aplicando, es una realidad". Por otro, "el sistema financiero es más solvente y en muchos casos se suspenden las ejecuciones y se buscan facilidades, soluciones para el ejecutado", indicó. No obstante, añadió Sanmarcos, seguimos en una situación de morosidad creciente. "Asturias llegó a la crisis con cierto retraso, y eso no quiere decir que vaya a salir antes, sino que la salida va a tardar más".

Crecen las ejecuciones hipotecarias, pero los procesos monitorios, que son los juicios especiales para reclamar deudas líquidas (dentro de las que se incluyen todo tipo de ellas, desde los impagos de inquilinos hasta los atrasos en el pago de las obligaciones con las comunidades de vecinos), descendieron casi un 16 por ciento, pasando de 14.470 a 12.174 casos.

Los lanzamientos practicados por los Juzgados se elevaron en 2013 a 1.178, de los cuales 798 se corresponden con inquilinos que no pagaban la mensualidad. Otros 301 desahucios se corresponde con propietarios que dejaron de pagar la hipoteca. No es posible realizar una comparativa con años anteriores, ya que esta estadística se inició el año pasado. Sí es posible hacer comparaciones en el caso de los desahucios llevados a cabo por los servicios comunes de notificaciones y embargos (no todos los partidos judiciales cuentan con ellos), que ascendieron en 2013 a 864, un dos por ciento menos que en 2012.

El panorama que dibuja el Consejo General del Poder Judicial sobre los efectos de la crisis en la región tiene sus claroscuros. En el lado positivo, cabe destacar que los concursos bajaron un 6,5 por ciento, después de haberse incrementado en 2012 un 120 por ciento respecto al año anterior. El año pasado se registraron un total de 215 concursos, frente a los 230 de 2012. En el conjunto de España, sin embargo, estos procesos concursales aumentaron un seis por ciento. Ricardo Sanmarcos, de Vaciero Abogados, opina que este descenso de los concursos en Asturias es una realidad que se venía apreciando. "La purga empresarial se tiene que detener, el proceso de reestructuración tiene un fin", indicó. Como en el caso de las ejecuciones hipotecarias, hay una explicación doble. Por un lado, han sobrevivido a la crisis las empresas más fuertes. Por otro lado, "el sistema financiero, después de su ajuste, está facilitando las cosas a las empresas, con reestructuraciones de deuda, se están produciendo grandes operaciones de refinanciación, con quitas, esperas y procesos de capitalización. Ha habido cambios legislativos que permiten acuerdos extraconcursales y que deberían haber llegado antes, hace unos tres años", indicó Sanmarcos.

Frente a los buenos datos concursales, los procesos por despido se incrementaron en Asturias un 11 por ciento, pasando de 2.588 a 2.897. En el conjunto de España, lo los procesos por despido descendieron ligeramente, un 0,4 por ciento. Las reclamaciones de cantidad en la región bajaron un 4 por ciento, y pasaron de 5.360 en 2012 a 5.150 el año pasado. En este capítulo, Asturias mantuvo un comportamiento similar a la media de España, donde se registró un descenso del 3,7 por ciento.

Desahucios

Ejecuciones hipotecarias

No dejan de subir en Asturias, en 2013 un 11 por ciento, mientras que en España descendieron cerca de un 10 por ciento.

Desahucios

La nueva legislación, que permite a los jueces suspender las ejecuciones hipotecarias en casos de necesidad, y la nueva actitud de los bancos, más proclives a la negociar con los morosos una solución a los impagos, hacen que los lanzamientos acordados hayan descendido casi un 30 por ciento en 2013.