La asociación científica Geotrupes denunció hace varias semanas ante el Gobierno del Principado que las actuaciones para mejora el hábitat del urogallo, entre las que se encuentran talas de árboles y eliminación de partes de bosque maduro, se están llevando a cabo en zonas donde está acreditada la presencia de osos, lo que "perjudica" el hábitat de esta especie. Esta organización envió hace varias semanas a la Consejería de Agroganadería y Recursos autóctonos un escrito en el que solicitaba información sobre las actuaciones que realiza la Fundación Oso Pardo en los montes de Riomolín y Corros (Leitariegos), "zonas muy delicadas tanto para el oso como para el urogallo". "En esas zonas siempre ha habido -y sigue habiendo- osos y urogallos, lo cual sugiere que el hábitat es el adecuado. Se están destruyendo el hábitat de dos especies en peligro de extinción con fondos destinados a conservarlo", aseguran desde la organización que preside el biólogo Carlos Rodríguez del Valle.

"No existe evidencia de que las actuaciones para la mejora del hábitat sean positivas para el urogallo. Se trata de talar árboles para abrir claros en el bosque y cortar zonas de matorral. Son actuaciones agresivas que intervienen en el hábitat natural y se están realizando en lugares donde hay presencia de osos e incluso también de urogallos", explica el biólogo asturiano Alfredo Ojanguren, profesor de la Universidad de St. Andrews, en Escocia. "Todo lo que están haciendo está inspirado en lo que se ha hecho en Escocia, en cultivos de coníferas, nada que ver con el hábitat del urogallo en Asturias, que son bosques de montaña, de hoja caduca", agrega. Desde la Consejería de Agroganadería se contestó al escrito de Geotrupes adjuntándoles la cartografía del terreno, pero no les aclaró el origen y cuantía de los fondos destinados a esas actuaciones, como también se solicitó.

Según la asociación, el proyecto para la recuperación del urogallo en Asturias, "que dispone de más de siete millones de euros", carece del "mínimo fundamento científico" y "más que conservar a la especie" lo que hacen es "contribuir a acelerar su extinción. Geotrupes no sólo critica las actuaciones destinadas a la mejora del hábitat de la especie, sino también la cría en cautividad, que, asegura, "requiere un aporte continuo que exige retirar puestas silvestres, lo cual pondría a la población en más peligro al disminuir su tasa reproductiva".

"La especie se podría recuperar con una gestión adecuada pero es básico el conocimiento científico", asegura Ojanguren. "Por ejemplo", continúa, "no se conocen las causas del declive y así es imposible revertirlo. Se manejan un montón de opiniones, pero identificar las causas requiere investigación. La conservación debe estar basada en la evidencia y el conocimiento", añade.

Planes

La denuncia

Geotrupes critica que las actuaciones de mejora del hábitat incluidas en el Plan Life para la recuperación del urogallo están dañando zonas de habitual presencia del oso en montes de Riomolín y Carros (Leitariegos). Creen que la tala de árboles y la eliminación de matorrales se están acometiendo en zonas "críticas" también para el propio urogallo.

La propuesta

Geotrupes cree que el actual plan de conservación del urogallo no tiene fundamento y propone otro a partir del conocimiento científico.