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CONVERSACIONES | | EN PRIMAVERA | MARTIN LOCKLEY | Paleontólogo, el mayor especialista mundial en huellas de dinosaurios

Martin Lockley: "Los pájaros que vemos actualmente son dinosaurios evolucionados"

"El conocimiento sobre las especies se ha desarrollado mucho; se sabe que hubo ejemplares del tamaño de un gorrión y otros de hasta 70 metros"

Martin Lockley, ayer, delante del Museo Jurásico de Asturias, en Colunga. Patricia Martínez

A Martin Lockley (Jersey, 1950) no le interesaban nada los dinosaurios hasta que uno de sus alumnos entró en su despacho y le hizo la pregunta que le cambió la vida: "¿quieres ver huellas de dinosaurios?". Lockley tenía entonces 31 años y acababa de empezar a trabajar como profesor en la Universidad de Denver (Estados Unidos) después de pasar toda su vida en Gales. Desde ese día, este paleontólogo se dedica a analizar huellas de dinosaurios. Hoy es el mayor especialista en este campo y ha conseguido reunir casi 3.000 muestras. Padre de dos hijos, su vida es un viaje por los cinco continentes en busca de signos que le ayuden a entender cómo era la otra vida, cómo era el mundo hace 65 millones de años. Hoy hablará sobre su experiencia en Oviedo, en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA (20 horas).

-La imagen que los niños tienen de los dinosaurios es que son malos.

-Depende también del punto de vista con el que se les mire. No es lo mismo para un científico que para un niño. Para un niño, un dinosaurio es como un monstruo muy grande que es malo y da miedo.

-Lo que hace el cine.

-Se ha creado esa imagen. La película "Parque Jurásico", por ejemplo, ha incrementado el interés social por estos vertebrados. Fue la reencarnación de los dinosaurios.

-¿Por qué esa atracción general por estas especies?

-Porque son extraños, y lo extraño suscita curiosidad. Los seres humanos tienen interés por el pasado. Las preguntas más grandes que se hace el hombre son el origen del Universo, el origen de la vida, el origen de la especie humana. Y hemos avanzado. Hace 200 años no sabíamos nada de nuestro pasado.

-Usted se empezó a interesar gracias a uno de sus alumnos.

-Mi primera experiencia con huellas de dinosaurio fue en el interior de una mina de carbón. Allí trabajaba ese chico. Ahí empezó todo.

-¿Antes nada?

-Mi padre siempre fue aficionado a las aves. Era ornitólogo y vivíamos muy cerca de la naturaleza en Gales. Siempre he estado muy cerca de los biólogos, pero hasta que me fui para Estados Unidos no tuve interés en los dinosaurios.

-¿Qué nos dice una huella de dinosaurio?

-Información sobre los antepasados. Cuando empecé a analizarlas, este campo tan concreto no estaba desarrollado. Mis colegas paleontólogos decían que las huellas no eran importantes, que lo importante eran el análisis de los huesos. Yo decía que analizando huesos lo que estabas haciendo, en realidad, era analizabas la muerte. Con las huellas, estamos analizando animales vivos, dinámicos, el comportamiento que tenían. Dónde estaban.

-¿Cómo es posible que, después de 65 millones de años, todavía queden huellas?

-Muchas de las que están en la superficie se secan y resisten al agua o las lluvias. Pero también hay huellas debajo de la superficie, en cuevas, por ejemplo. Un dinosaurio grande podía hundir su pie de forma profunda, y ahí es mucho más fácil que se conservara.

-¿Y cómo se reconocen las huellas? ¿Cómo es su trabajo?

-Nosotros somos como detectives, como Sherlock Holmes. Tenemos tres pruebas: la habilidad, que es la morfología, saber cómo es la huella, cuántos dedos tiene y demás; la oportunidad, que hace referencia al tiempo de la muestra, y por último el motivo, intentar averiguar el por qué.

-¿Se ha entendido alguna vez la mente de los dinosaurios?

-No. Es imposible saber por una huella si estuvo ahí por un motivo o por otro. A los científicos tampoco nos gusta especular.

-¿Qué se sabe con certeza de los dinosaurios?

-El conocimiento sobre ellos ha avanzado mucho y sigue desarrollándose. Se sabe, por ejemplo, que el primero descubierto fue en 1824 en Inglaterra. Y desde entonces se han nombrado científicamente unas 1.000 especies muy diversas, de todas formas: grandes, pequeñas. Existieron dinosaurios de todos los tipos: desde el tamaño de un gorrión hasta ejemplares de hasta 70 metros.

-¿Qué comían? ¿Cómo se comunicaban?

-Unos comían carne, otros vegetales. Pero no hierba, que no había, sino árboles, arbustos... No sabemos cómo se comunicaban. Se va avanzando en otros aspectos: por ejemplo, que podían nadar. Hemos visto muchas huellas y garras cerca de peces. Eso es que los dinosaurios carnívoros eran pescadores.

-¿Cómo se reproducían?

-Tampoco se sabe con exactitud. Sí tenemos conocimientos de muchos nidos y huevos de varias formas y tamaños.

-Como las aves, en realidad.

-Muchos científicos sostienen esa teoría y yo estoy de acuerdo. Los pájaros que vemos actualmente son dinosaurios evolucionados. Son descendientes de un grupo de dinosaurios carnívoros. La morfología, la forma, la piel, el número de huesos en cada dedo. Todo es muy similar. Una urraca o un gorrión de hoy tienen la misma morfología que un dinosaurio carnívoro de entonces. Durante toda la era de los dinosaurios, había un grupo que no cambió mucho, que eran los pequeños. Esos pueden ser las aves de hoy en día.

-¿Por qué se extinguieron?

-Hay muchas hipótesis, pero la más popular habla de un meteorito que cayó sobre el planeta y destruyó toda la vida.

-¿Cómo era el mundo hace 65 millones de años? ¿Cómo eran los ecosistemas que habitaban los dinosaurios?

-Pues muy parecido al que todos conocemos. Había desiertos, playas, bosques, selvas, deltas. La esencia, en realidad, no cambia por mucho tiempo que pase. Había sitios secos y húmedos.

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