De nuevo en primera línea informativa nacional. El actual líder de Foro, Francisco Álvarez-Cascos, vuelve a ser noticia por sus actividades (nada edificantes, por cierto, aunque se podría ir mucho más allá en los calificativos) cuando ocupaba la secretaría general del Partido Popular. No consigue el político conservador asturiano quitarse de encima a quien fuera uno de sus principales colaboradores, el extesorero de los populares Luis Bárcenas. "Un amigo, una persona honorable", según decía Álvarez-Cascos en el año 2009.
Luego ya no, luego el fundador de Foro y mano derecha de José María Aznar durante muchos años dejó de tener palabras amables, afectuosas, para Bárcenas. Sobre todo a partir de que éste sacara a la luz, en enero de 2013, el presunto cobro de sobresueldos en dinero negro por parte de los dirigentes del PP, entre los que se encontraba Álvarez-Cascos, quien siempre aseguró que todas sus retribuciones fueron legales.
Ahora, nueva comparecencia de Bárcenas ante el juez Ruz y nuevas acusaciones del extesorero popular contra quien fuera su jefe en la sede nacional del PP. El por entonces secretario general no sólo tenía conocimiento de la existencia de una caja "B" del partido, sino que incluso le mandó gestionar a Bárcenas la contabilidad paralela heredada de Rosendo Naseiro (sí, el del "caso Naseiro" que acabó convirtiéndose en el "caso Manglano" gracias al buen hacer político de Álvarez-Cascos, según recoge en sus memorias José María Aznar, quien llena de elogios por ello a quien fuera su "número dos").
No hubo juicio a Naseiro ni al resto de responsables de las finanzas del PP. Pero, de acuerdo a lo declarado ante el juez por quien lo sustituyó al frente de las cuentas del partido, Luis Bárcenas, que el "caso Naseiro" no prosperase no quiere decir que no hubiera una financiación como poco irregular del partido. Unas escuchas telefónicas consideradas ilegales por el Tribunal Supremo cerraron la puerta a que esto pudiera ser aclarado. Y en todo ese berenjenal jugaba un papel fundamental, siempre según Bárcenas, por supuesto, el actual líder del principal partido asturiano de la oposición, una formación que, según el propio Cascos, se constituyó con el objetivo de regenerar la política regional.
