La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El jinete del caballo rojo merodea

El jinete del caballo rojo merodea

Siempre me ha sorprendido la cotidianidad de la guerra. Me refiero a la fingida normalidad de la vida de la población civil, a veces al lado mismo del frente, y también a la de la vida cotidiana en el propio frente. ¿Se deberá esa capacidad de adaptación a que en nuestra memoria remota la lucha a muerte formaba parte de la vida o será, por el contrario, que la guerra resulta tan irreal para una mente civilizada que ésta se niega a aceptarla? Sea como fuere, los europeos siguen a sus cosas, como si el jinete de la guerra no hubiera aparecido en el horizonte y empezara a merodearlo, acercándose con la parsimonia y la impavidez majestuosa del destino. Se diría que Europa disimula, para que ese horror posible pase de largo, y las secreciones glandulares del miedo no la atraigan, igual que hacemos ante un perro fiero o la estampa patibularia de un viandante en una calle solitaria.

Compartir el artículo

stats