Air Nostrum suspenderá los vuelos directos desde Asturias a Valencia y Sevilla a partir del 22 de junio y cancelará la ruta anual de periodicidad semanal a Gran Canaria, que sólo operara en la presente campaña de Semana Santa y entre el 17 de julio y el 31 de agosto.

La compañía valenciana esgrimió ayer la baja rentabilidad como razón para proceder a la suspensión de los vuelos, que en el caso de Sevilla tienen una alta demanda que ronda el ochenta por ciento, pero bajos ingresos, porque son usados de forma mayoritaria por grupos de viajes vacacionales, que consiguen tarifas más bajas y que no logran alcanzar la rentabilidad requerida por asiento. "Los viajes de negocios aún no han repuntado", añaden las mismas fuentes.

Además, la empresa atribuye al enlace con Valencia una demanda baja que lleva aparejadas ganancias reducidas. Sobre el vuelo a Gran Canaria señalan que se cumplen los plazos previstos inicialmente, que marcaban su finalización el último día de agosto.

La aerolínea franquiciada de Iberia recalca que no cierra las puertas a la región y que las conexiones podrían reanudarse si se dan otras condiciones. "No se trata de una suspensión definitiva", señalan.

Air Nostrum llegó a ser la compañía líder en destinos desde Asturias, con diez conexiones que partían del aeropuerto de Santiago del Monte. Tras la apertura de la ruta a Sevilla por parte de Vueling, Air Nostrum recortó sus operaciones y ofrecía vuelos únicamente los domingos. Con Valencia llegaron a darse hasta nueve frecuencias semanales, frente a las tres semanales durante el fin de semana que se mantienen ahora.

Volotea es la gran beneficiada con la marcha de su competidora y operara la ruta en solitario durante el verano, hasta el 3 de noviembre. La ruta a Mallorca, que acaba de ser reforzada con una tercera frecuencia semanal, se mantendrá durante todo el año, pero a partir de finales de septiembre contara únicamente con vuelos los sábados y domingos.

Nuevas exigencias

La compañía alega que la llegada de nuevos inversores a la aerolínea obliga a eliminar las rutas que no presentan unos beneficios mínimos. Por otro lado, al mismo tiempo que abandona Asturias, la aerolínea amplía su presencia en el aeropuerto de Santiago de Compostela, donde sí se mantendrán los vuelos a Gran Canaria, Mallorca y Tenerife, a diario con la capital balear y con dos conexiones diarias a la isla canaria.