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Pamplona homenajea al batallón que violó y asesinó a 17 personas en Valdediós en 1937

La capital navarra inaugurará una exposición sobre los 250 años de la unidad militar - "Es un disparate inhumano", dice el hijo de uno de los fallecidos

Trabajadores del hospital La Cadellada posan delante del monasterio de Valdediós en una imagen de enero de 1937.

La ciudad de Pamplona homenajeará, con la autorización del Ministerio de Defensa, al regimiento "América 66", una unidad militar que participó en plena Guerra Civil española en los conocidos sucesos de Valdediós, uno de los episodios más terribles del conflicto bélico español (1936-1939). En el monasterio fueron violadas y asesinadas, por los soldados del batallón Arapiles (integrado en este regimiento de las brigadas navarras), 17 personas, trabajadores del hospital La Cadellada, en Oviedo. Ocurrió en octubre de 1937.

El homenaje será una exposición que lleva por título "1764-2014. Historia de 250 años de servicio a España" y que celebrará los 250 años de la citada unidad militar. La muestra se inaugurará en la capital navarra el próximo 23 de mayo. El ayuntamiento de Pamplona, gobernado en minoría por la Unión del Pueblo Navarro (UPN), ha cedido el espacio municipal de la Ciudadela al Ministerio de Defensa, que es el encargado de impulsar el homenaje, según dejó entrever ayer el concejal de cultura del Ayuntamiento navarro, Fermín Alonso, en medios digitales.

Alonso asegura que no dará marcha atrás y no retirará la muestra porque entiende que se trata de un regimiento "que forma parte del Ejército, que es un cuerpo constitucional" y que no se está dejando el espacio "a ninguna entidad que viole la ley de Memoria Histórica. Se lo estamos cediendo al Ministerio de Defensa".

El homenaje previsto ha levantado una gran polémica en Pamplona. Todos los partidos políticos de la oposición, salvo el PP, han pedido al Gobierno municipal la retirada de la exposición. La crítica también llegó ayer a Asturias. Antonio Piedrafita, hijo de uno de los fallecidos entonces, se mostró ayer indignado con la noticia en conversación con este periódico: "Esto es increíble. No tengo palabras para expresar lo que siento. Es un ataque despiadado a todos los que hemos sufrido de cerca aquellos terribles acontecimientos. A todos en general. Es un disparate inhumano", aseguró Piedrafita, que perdió a su padre en la matanza. "El homenaje no tiene sentido se mire por donde se mire. Es gente que ha matado a inocentes, a indefensos, a personas que nada tenían que ver con el conflicto", agrega.

Víctor Luis Álvarez, presidente de la Asociación de Memoria Histórica Asturiana hasta su integración en la Federación Asturiana de Memoria y República (FAMYR), de la que es actualmente directivo, considera "una ofensa gravísima" la celebración de la muestra en Pamplona. "Es el homenaje de la vergüenza, es un maltrato inaceptable", asegura contundente Álvarez, que cree que una situación así no pasaría en otro país. "Esto en Europa es inconcebible. Ahora que presumimos de ser europeos, pues debemos serlo en esto también. Vete a hacer esto en Alemania a ver cómo acabas. En la cárcel, seguro", afirma. "Todo esto es culpa de la Ley de Memoria Histórica, que es humo y un engañabobos. España es el único país donde hay barra libre para homenajear al fascismo", añade.

"El batallón que participó en los crímenes de Valdediós no está para ser homenajeado sino para ser denostado", opina el historiador Rubén Vega. "Se trata de una mancha inmensa en la historia de cualquier unidad militar o institución. Lo que sucedió en Valdediós no puede ser más miserable; ataques contra personas indefensas, gente que no participó en la contienda", añade Vega, que asegura que si realmente el homenaje es para los que cometieron aquellos crímenes "la iniciativa necesita pocos comentarios". "Hay que tener en cuenta, además, que son muertes que no se anotaron, que no tenían la más leve importancia", señala.

Los sucesos de Valdediós sucedieron el 27 de octubre de 1937, cuando un regimiento de las Brigadas Navarras llegó al monasterio de Valdediós, en Villaviciosa, donde habían sido trasladados los trabajadores del antiguo Hospital Psiquiátrico de la Cadellada, en Oviedo. Según varios testimonios de la época recogidos en un informe por la Asociación de Memoria Histórica Asturiana, los soldados de estas brigadas obligaron a los trabajadores a organizar una cena y una fiesta y después violaron indiscriminadamente a las mujeres.

Después de las violaciones, los soldados obligaron a los trabajadores a cavar su propia fosa, donde fueron arrojados sus cuerpos tras fusilarlos. En el año 2003, se llevó a cabo la exhumación de 17 cadáveres que permanecían en una fosa situada al lado de este monasterio del concejo de Villaviciosa.

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