El precio de la leche en el campo asturiano repuntó de forma notable entre 2013 y 2014 y alcanzó su nivel más alto desde 2010 al final de la campaña, el pasado 31 de marzo. Los 39,9 céntimos de promedio que recibieron los ganaderos por su producción difieren notablemente de los 34,2 con que comenzó el período lechero en abril de 2013 y se encuentran aún más distantes de la media de 31 céntimos con que acabó la temporada de 2010.

Los datos evidencian una recuperación del sector, pero los ganaderos lamentan que esa alza de precios aún no es suficiente para ajustar las cuentas de resultados y compensar las pérdidas que las 2.500 explotaciones asturianas vienen arrastrando desde el comienzo de la crisis en el sector, que se dejó sentir con mayor crudeza desde el año 2010.

En el Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA) también advierten de que, para hacer una lectura ponderada de los datos, es necesario tener en cuenta que en las últimas campañas los precios han estado muy bajos. Por comunidades, las tarifas de marzo oscilaron entre los 34,4 céntimos de Baleares y los 40,9 de Castilla-La Mancha. En Galicia se pagó un precio medio de 38,7 céntimos, en Castilla y León de 39,1 céntimos, en Cantabria de 39,7 céntimos, en Cataluña de 39,1 céntimos y en Andalucía de 40,3 céntimos.

Los ganaderos argumentan que una cosa es que suban los precios y otra, muy distinta, que perciban mayores márgenes en su actividad, como precisa Mercedes Cruzado, secretaria general de COAG en Asturias, que tampoco pasa por alto las nuevas bajadas de tarifas que comienza a aplicar la industria con motivo del aumento estacional de producción que siempre tiene lugar en primavera y verano.

A ellos se une un nuevo incremento en las tarifas de los alimentos para el ganado, un coste fijo del que los ganaderos no pueden prescindir y que condiciona en buena medida la rentabilidad de las explotaciones. "No tiene nada que ver que los precios suban con que los márgenes se incrementen", indican fuentes cercanas a la industria.

Aún así, la recuperación de las tarifas ha sido clave para animar a buena parte del sector lácteo regional a incrementar la producción para intentar compensar con más ventas las mermas que sufren por los gastos crecientes.

"La gente produce más en una especie de huida hacia adelante, para tratar de ganar más dinero, pero no siempre lo consiguen", indica Geli González, secretaria general de Asaja en Asturias. La prisa por recuperar de alguna manera las ganancias que se esfumaron con la crisis y, de paso, posicionarse para un nuevo escenario sin cuotas en 2015 es tal que España prevé que el 56,13% de los productores de leche cruda de vaca con entregas declaradas supere su cuota láctea en la presente campaña 2014-2015; un 30 por ciento de ellos, productores asturianos. Así se desprende del primer informe de monitorización y seguimiento de la producción de leche vacuna, un documento elaborado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama) para informar de la utilización que los productores españoles hacen del sistema de cuotas a menos de un año de su finalización. Así que en el último año de vigencia del régimen de cupos vuelve a planear la sombra de una posible multa por exceso de producción. Casi un tercio de los ganaderos asturianos (unos 830 del total de 2.500 que venden leche a las industrias) se arriesga a despedirse definitivamente de las cuotas lácteas, con final previsto por la Unión Europea para el próximo 1 de abril de 2015, con una nueva multa por exceso de ordeños.

La última gran sanción, hasta la fecha, para el campo asturiano y español, llegó en 2006, cuando el sector tuvo que asumir el pago de 22 millones de euros en multas, de los que seis millones correspondieron entonces a 600 ganaderos de la región.

El repunte de la producción de leche en Europa preocupa en el seno del COPA-COGECA, la entidad europea que agrupa a organizaciones profesionales agrarias y de cooperativas de la UE y que ha remitido una carta al comisario de Agricultura Dacian Ciolos en la que le solicitan que plantee medidas para aliviar la situación de presión que atraviesa el sector lácteo, ante la desaparición de las cuotas en la próxima campaña.

Durante la celebración de la reunión informal del Consejo de Agricultura de la UE en Atenas, la pasada semana, Ciolos recordó que la Comisión presentará en el Consejo de junio el esperado informe sobre el balance de aplicación del paquete leche.

Según Ciolos, este documento sólo será descriptivo de la situación, sin incluir ningún tipo de medida o propuesta. Algunos países con riesgo de superar su cuota también intentan conseguir medidas que reduzcan la carga de la supertasa, por ejemplo, a través del ajuste de los coeficientes de materia grasa. Esas iniciativas se topan con la oposición de los países que excederán su producción y que son también los mayores productores que esperan inundar los mercados europeos de leche una vez que se liberalice plenamente la producción, antes de un año.

Un año de tensiones

El apoyo que no llega

La Comisión Europea contribuye a fomentar la tensión que genera el fin de las cuotas lecheras el 1 de abril de 2015. Y es que a menos de un año de la liberalización del mercado, el órgano europeo aún no se ha pronunciado sobre las peticiones de ayuda y respaldo al sector lanzadas desde países como España y regiones como Asturias, que se verá abocada a competir en igualdad de condiciones con regiones y países que tienen alta capacidad de producción y bajos costes.

Respaldo a los más débiles

El Parlamento europeo también reclama más ayudas y medidas para apoyar a los productores del sector lácteo a afrontar el fin de las cuotas, previsto para 2015, y normas específicas para las regiones montañosas. En una resolución no vinculante, los eurodiputados piden acciones para las explotaciones situadas en este tipo de regiones, ultraperiféricas y desfavorecidas, al considerar que éstas tendrán escasas probabilidades para beneficiarse de la desregulación que llegará con la eliminación de las cuotas.

Evitar el impacto

Los parlamentarios solicitan a los estados que hagan "pleno uso de las herramientas disponibles para apoyar y mantener la producción de leche en estas regiones y evitar así un impacto económico, social y medioambiental negativo", según indica la Eurocámara en un comunicado.

Indemnizaciones

Las medidas deben incluir indemnizaciones para compensar a los productores por las inversiones que necesitarán para adaptarse al nuevo régimen y apoyos para promover la innovación, así como ayudas para proteger a los ganaderos más jóvenes, que parten en situación de desventaja.

Gestionar de mercados

Los parlamentarios también piden la movilización de la Comisión Europea al objeto de apoyar a las regiones con situaciones más complejas y para garantizar un buen funcionamiento de un mercado donde la mayor parte de la producción procede de pequeñas explotaciones. Un claro ejemplo es Asturias.