La recuperación de suelos contaminados impulsada por un equipo de la Universidad de Oviedo en tres ubicaciones de la región avanza a buen ritmo y ha conseguido ya sus primeros resultados. Los investigadores han detectado que algunas plantas habituales en Asturias, como el abedul, el sauce y la olivarda, pueden acumular importantes cantidades de metales pesados y arsénico. "Nos ha sorprendido la enorme capacidad que el medio tiene para regenerarse", señala el profesor José Luis Rodríguez Gallego, encargado de coordinar el proyecto, que desarrolla técnicas conocidas como "green technologies".

Los investigadores trabajan en tres emplazamientos contaminados: las escombreras de "El Terronal", en Mieres; el solar de la antigua fábrica de Nitrastur, en Langreo, y la antigua mina de mercurio de Olicio, en Cangas de Onís. Todos presentan restos de arsénico en el subsuelo; en dos de ellos, se ha detectado la presencia de mercurio; y en uno hay concentraciones anómalas de plomo. El objeto de los expertos es perfeccionar el uso de técnicas de recuperación biológicas que permitan hacer más sostenibles estas parcelas desde el punto de vista medioambiental y ahorrar costes en el proceso de limpieza.

El proyecto, conocido como "Innovative and Demostrative Arsenic Remediation Technologies for Soils (I+DARTS)", está financiado por el programa LIFE+ de la Unión Europea. Además del grupo de la Universidad de Oviedo, están involucrados la empresa Sogener y el Principado de Asturias, y cuenta con colaboradores de centros de investigación de Polonia, Suecia y otras regiones de España. Los trabajos, que lleva a cabo un equipo multidisciplinar, comenzaron en 2012 y están vinculados al "cluster" de Energía, Medio Ambiente y Cambio Climático del Campus de Excelencia.