Al tenor Joaquín Pixán le aconsejaron que no lo hiciera, pero él decidió poner la canción en el balcón. Airear su nueva versión de la letra del himno de Asturias, que el músico cangués estrenó el viernes durante un recital en la iglesia de Colombres. La "incoherencia manifiesta" que dice haber detectado entre la primera y la segunda estrofas del texto que se canta en el "Asturias, Patria querida" le ha impulsado a dejar intactos los cuatro versos iniciales y a sustituir los ocho siguientes, el "Tengo de subir al árbol / tengo de coger la flor, / y dársela a mi morena / que la ponga en el balcón...", por otra versión más nostálgica e inteligible, a su entender también más decorosa para que la canten los sacerdotes. Arranca "Tengo el corazón dolido, / porque no puedo estar siempre / en mi Asturias querida, / tierra de los mis mayores", y finaliza "tierra de los mis mayores, / tierra querida por mí, / donde tengo la esperanza / de quedarme siempre allí". En aras de la coherencia, el cantante también amplía su propuesta preliminar y propone además recuperar la redacción que algunas fuentes consideran original del cuarto verso, cantando "¡Quién estuviera en Asturias en algunas ocasiones!" y no en todas, como recoge el texto oficial actual.

Reconoce Pixán que algunos amigos le recomendaron inicialmente no meterse en el jardín del himno regional más célebre de España. Cita al expresidente del Principado Pedro de Silva, al poeta Antonio Gamoneda o al empresario Francisco Rodríguez, pero él hizo caso a su primer impulso.

-¿Por qué?

El proceso, explica el tenor, resulta de "una maduración que ha venido con el tiempo, motivada por esa incoherencia de la que hablábamos", la falta de ligazón entre la primera y la segunda parte. Su versión, defiende, "creo que logra una unidad en ambas partes del texto, que se hallan así más relacionadas entre sí para dirigirnos hacia los valores más perennes: la familia, el terruño..." Se dice, por lo demás, "muy consciente de las resonancias a que se expone con el lanzamiento, "de lo que implican ciertos cambios, pero no creo que haya nada inamovible", apostilla. "Aunque, de todos modos, no estamos hablando de nada trascendente en la vida de los asturianos, es obvio que esta propuesta no mejorará su vida cotidiana".

El "Asturias, patria querida", el ortodoxo de la flor, la morena y el balcón, es el himno de Asturias por ley desde 1984, de suerte que cualquier modificación no será oficial sin intercesión de la autoridad competente. Pixán, de momento, no ha emprendido ninguna consulta en esa dirección ni tiene intención, afirma, "de hacer ninguna propuesta a las instituciones regionales". Defiende que su aportación se limita a lo artístico, que "esto es una acción letrística del himno, que es como cualquier otro canto popular y que hasta hace pocos años era la canción utilizada para exaltar la amistad". Con respecto a la acogida ciudadana, sabiendo donde se mete también está preparado para escuchar "de todo". "Seguramente unos se acordarán de mi padre y otros de mi madre, como suele decirse", bromea, y aunque "el cambio tendrá sus detractores, habrá otros, y sinceramente creo que serán más, a los que les parecerá bien la propuesta".

El cambio afecta al himno que el Principado adoptó como tal en 1984 al reconocer, dice la ley que oficializa su uso, "la voluntad del pueblo asturiano, manifestada de forma ostensible y mayoritaria, en favor de la melodía y el texto de la popularísima canción ´Asturias, patria querida´".

La versión actual es una pieza musical casi nonagenaria con letra cubana y música polaca. El texto primitivo salió de la pluma de Ignacio Rodríguez, de nombre artístico Ignacio Piñeiro, el hijo habanero de un moscón emigrante a Cuba. En el mismo año en el que su padre decidió regresar a su tierra, 1926, él condensó la nostalgia del progenitor en una canción que interpretó con su grupo, el "Septeto nacional cubano", en una gira por España. Pero la melodía que ha llegado hasta hoy no es la del son cubano, sino una armonía tradicional de la región polaca de Silesia que inmigrantes de aquel país, trabajadores de las minas asturianas, fusionaron con el texto de Piñeiro. La apariencia deslavazada de la letra que Pixán pretende remediar puede ser consecuencia de que lo que hoy se canta no es el escrito íntegro de Piñeiro, sino un extracto de las estrofas que más gustaron al público en aquella gira por España.

A lo largo de la historia, entre tanto, el himno conoció muchas versiones, algunas mucho más irreverentes que la actual y tal vez ninguna como la que los sublevados cantaban en octubre de 1934: "Asturias, tierra bravía / Asturias, de luchadores; / no hay otra como mi Asturias / para las revoluciones. / Tengo que bajar a Oviedo / empuñando mi fusil / y morirme disparando / contra la guardia civil...".

El tenor defiende que su versión del "Asturias, patria querida", que le aconsejaron no estrenar, da coherencia al texto y remite a "valores perennes, como la familia"

El arzobispo que lo cantó en Roma

El 19 de junio de 1988, en la plaza de San Pedro de Roma, centro de la cristiandad, durante los actos de canonización de San Melchor de Quirós, nada pudo parar el "Asturias, patria querida". En contra de la supuesta incomodidad que podría causar en algún sector de la Iglesia aquello que dice la letra de coger la flor y dársela a la morena, el entonces arzobispo de Oviedo y hoy arzobispo emérito Gabino Díaz Merchán -en el centro de la imagen- entonó el himno a coro con los que cantan a su izquierda, el entonces presidente del Principado Pedro de Silva, el exalcalde de Quirós Agustín Farpón y el padre Ángel García.