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Olímpicos de "prau"

El verano deja tras de sí un sinfín de pruebas de deporte rural, con grandes campeones como Aníbal Linares en las carreras de burros o Eduardo F. Noriega en la de madreñas

Tiro de cuerda. Uno de los participantes en la prueba de tiro de cuerda trata de ayudar a su equipo durante la celebración del concurso en Vega de Enol (Cangas de Onís). MIKI LÓPEZ

Oviedo, Alicia R. DE LA ROZ

En el verano, el "prau" se convierte en escenario de la fiesta y, también, en estadio deportivo. Los programas de las distintas fiestas que se celebran en Asturias incluyen numerosas pruebas de deportes rural que transforman el estío en una olimpiada con las más variopintas pruebas, desde el concurso de siega, a las carreras de madreñas o las de burros. Todas tienen sus campeones y, aunque no lo parezca, mucha técnica y entrenamiento detrás.

Una de las competiciones con más éxito y que más se repite a lo largo del verano es el concurso de siega con guadaña, que incluye el cabruñado de la hoja. Esta consiste en adelgazar el filo de la cuchilla, que se encuentra apoyado sobre un yunque mientras se golpea con un martillo. Se trata de la parte más importante para después realizar una siega rápida, ya que cuanto más uniforme y delgado esté el filo, más fácil será cortar la hierba. El certamen de siega se divide en dos pruebas, ambas con una duración de 30 minutos cada una. En primer lugar se realiza el cabruñado de la guadaña, que posteriormente es evaluado por los jueces. Después, tiene lugar la siega propiamente dicha, donde los concursantes deben acometer la limpieza de una parcela y crear tres montones de hierba. Para decidir quién debe alzarse con el trofeo, los jueces evalúan hasta ocho aspectos como son el cabruñado de la hoja, la homogeneidad de los montones de hierba y la rapidez, aunque esta sólo sirve para ajustar las posiciones en caso de empate.

Juan Ramón Sánchez, ganador de la edición celebrada en Santa Marina (Siero), es toda una referencia en esta disciplina. Es la gran máquina de segar de Asturias. Más de veinte victorias a sus espaldas avalan a este piloñés que resume así las claves para alzarse con el título: "El cabruñado es lo más importante, debe hacerse bien, sin prisa. Después, tener una buena técnica a la hora de segar y tener suerte para que te toque una guadaña de las buenas, porque siempre salen algunas mejores que otras".

Las carreras de burros, una de las disciplinas rurales que hace unos años parecían condenadas a desaparecer, vive ahora su época dorada, con numerosas pruebas celebradas en toda España en las que el recorrido es de unos dos kilómetros. "El Patillas", también conocido como Aníbal Linares, es uno de los reyes de este deporte desde que comenzó su aventura en las carreras de asnos hace un lustro. Gracias a su buen hacer en la cuadra que posee junto con sus tres hermanos en la localidad llanisca de Vibañu, se puede decir que "fabrica" los burros más rápidos de España. Su estrella es "Rocky III", el Usain Bolt de las carreras de burros. No hay otro más rápido que él. La familia Linares coincide en la fórmula del éxito. "Una buena alimentación es muy importante. Pero también lo son incesantes cuidados y muchas horas de entrenamiento", apuntan. Estos entrenamientos pueden llegar a durar hasta 13 horas y se prolongan hasta la una o las dos de la madrugada en plena temporada de competiciones. Burros, sí. Pero de muy alto rendimiento.

La reciente Fiesta del Segador, celebrada en Benia de Onís, también dejó grandes campeones en estos rústicos deportes. Edier Viveros consiguió revalidar su título como campeón en la carrera de sacos por tercer año consecutivo. En ellas, los competidores se introducen dentro de los sacos y se los atan al pecho o bien se agarran con las manos para realizar un recorrido de pocos metros por el que deben desplazarse saltando sin salirse de los sacos ni caerse.

La clave de Viveros para ser imbatible es la buena forma física. "No me preparo de una forma específica para esta prueba, pero hago mucho ejercicio a lo largo del año. Salgo a correr con mis amigos por la montaña así que supongo que eso ayuda", señala este deportista que, además de los sacos, juega de extremo en el fútbol. No contento con dominar en esta disciplina de los sacos, también destaca en el levantamiento de sábanu. Un deporte rural que consiste en transportar de un punto a otro montones de hierba ya segados.

La carrera de madreñas es otro de los clásicos de las olimpiadas rurales. Estas carreras, se celebran sobre un recorrido de unos mil metros y en una superficie lo más uniforme posible para tratar de facilitar la tarea a los participantes ya que andar con madreñas "es complicadísimo", según señalan los concursantes. Edier Viveros, que estuvo a punto de alzarse con la victoria pero se vio superado en los últimos metros por Eduardo Fernández Noriega, confesaba que sólo se ponía las madreñas para participar en las carreras de la Fiesta del Segador de la capital de Onís. "No sé andar con ellas. Además, nos dan unas que no son de nuestra talla por lo que se hace más difícil todavía que no se te salga el pie", confiesa este joven de 25 años.

Una de las pruebas reinas de las Olimpiadas rurales es la subida a la Porra de Enol, celebrada durante la Fiesta del Pastor en la Vega de Enol (Cangas de Onís). Con una distancia de 1.100 metros y un desnivel de 200, esta subida es una de las pruebas más exigentes. El ganador de la edición de este año fue Amador Priede, capaz de realizar el recorrido en ambos sentidos en diez minutos, a pesar de la niebla que este año cubría la montaña. "Es una carrera diferente, me presta mucho ganarla", comentaba este vecino de Tornín tras revalidar su título.

Una de las competiciones con más tradición y en la que vale más la maña que la fuerza es el tiro de cuerda. Este se realiza con varios grupos de seis u ocho jugadores donde cada uno se agarra a una cuerda con unas cintas que actúan de marcadores. La del medio indica la mitad de la cuerda, y al empezar, tiene que coincidir con una marca en el suelo. El equipo ganador será el que haga pasar la cinta más cercana al otro equipo por la marca sin sentarse en el suelo. El ganador siempre es el mejor a tres tiradas.

Por último, dentro de las más conocidas de esta Olimpiada rural está el tiro con gomeru, en el que el avilesino Jorge Barril es el rey, con cinco campeonatos en su palmarés. La modalidad más común es en la que se dispara sobre un blanco con un diámetro de entre catorce y dieciséis centímetros. Dependiendo de la modalidad, la munición puede ser de libre elección, piedra natural o mixto. En la competición, se hacen dos turnos de cinco disparos y en caso de empate se va aumentando la distancia.

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