Asturias vivió ayer la segunda jornada más calurosa del verano, que inició la cuenta atrás de septiembre con temperaturas inusitadamente altas en la región. San Antolín de Ibias registró la más elevada, con 33,7 grados a las cuatro de la tarde, cercanos a los 32,8 que marcaron los termómetros en Pola de Somiedo. El récord de la estación estival se registró el 17 de julio en Soto de la Barca (Tineo), con 34,3 grados.

En el aeropuerto se alcanzaron los 25,7 grados, mientras que Gijón llegó a los 26,5 y Oviedo a los 29,1. El bochorno, intensificado en las horas centrales del día, trajo como consecuencia el lleno total de piscinas como las ovetenses de El Cristo o las del Pola de Lena, donde en la tarde de ayer no cabía un alfiler. Las playas de Salinas y San Lorenzo también recibieron numerosos bañistas y visitantes que aprovecharon para tomar el sol, bañarse y pasear hasta las últimas horas de la tarde.

En muchas áreas costeras de la región, especialmente en el Oriente, destacó la presencia de visitantes que han elegido septiembre para las vacaciones y que ayer las disfrutaban con temperaturas al rojo vivo.

Las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) apuntan para hoy hacia un cambio de tendencia en la Península, que de momento no afectará demasiado a Asturias, donde aún se verán cielos poco nubosos o despejados, con algún intervalo nuboso al principio del día en el litoral. Las temperaturas mínimas se mantendrán sin cambios o en ligero ascenso y las máximas en ascenso ligero a moderado. El balance del mes de agosto dejó en Gijón una temperatura media de 20.4 grados centígrados, valor considerado "normal" por los meteorólogos. Oviedo siguió la misma tendencia con una temperatura media de 18,7 grados, también dentro de los estándares "normales" en la capital del Principado. En cambio, los datos registrados en el aeropuerto de Asturias permiten hablar de mes cálido y seco, con una temperatura media de 19,2 grados.

Julio fue cálido, según las apreciaciones de la Aemet, con temperaturas superiores a los valores medios, seco o muy seco en el centro y el oriente de la región, donde las lluvias fueron inferiores a lo habitual.

Aunque el mes empezó fresco y lluvioso, con un ambiente más propio del mes de abril que del comienzo del verano, en la segunda mitad de julio, las temperaturas ascendieron progresivamente en el Principado, alcanzando las máximas los 25 grados y las mínimas los 18 en varias ocasiones.