En Candás, ayer no faltó de nada. El día salió redondo y los asturianos no pararon de bailar y de saltar por los colores de su bandera. Las calles se llenaron, ya desde primera hora de la mañana, de música, ambiente y olor marinero en el segundo día de celebración del Día de Asturias en Carreño. Las sardinas y la sidra fueron la alternativa perfecta para combatir el calor que durante unas horas se instaló en la villa. No obstante, también hubo nubes y lluvia. Pero la tormenta, que nubló durante media hora la diversión, vino bien para refrescarse. A partir de ahí continuó la juerga y candasinos y visitantes volvieron a tomar las calles para estallar de alegría.

"Esto es genial, hay un ambiente increíble", decían Elvira Fernández, Generosa Rodríguez, Anacleta González y Carmen Solís, un grupo de candasinas "de toda la vida", bailando al ritmo de la charanga "Pepe el Chelo y sus Marchosos". Para todas ellas, que su pueblo sea sede, estos días, de los festejos regionales, es "todo un orgullo". Pero no se conforman sólo con eso; piden a los asturianos que hoy se acerquen hasta Carreño y disfruten del día grande de su comunidad "con alegría". "Queremos que venga mucha gente, que los vamos a recibir con los brazos abiertos", añadía una de ellas, la más habladora, Generosa Rodríguez.

Y así lo demostraron ayer. El argentino Nestor Falcone y sus amigos decían estar encantados con tanta hospitalidad y simpatía. "La gente de aquí es muy acogedora. Nos los estamos pasando genial", explicaba Falcone. Sólo había que ver a sus acompañantes, saltando, bailando y haciendo fotos por todas las esquinas. Tenían mucho que celebrar: llevaban de vacaciones más de una semana. Desde el País Vasco hasta Asturias. Hoy ya estarán camino de Galicia. "Nos dijeron en Gijón que había fiesta y para aquí hemos venidos. Esto es muy lindo", agregaba desde la céntrica calle Braulio Busto.

En ella se instalaron ayer los 130 puestos del mercado tradicional y la feria de productos autóctonos. Hubo ropa, artesanía y gastronomía para todos los gustos. Blanca Suárez, de Cornellana, tenía bollos preñaos, casadielles y empanadas de mil sabores. Adrián González, de Arenas de Cabrales, queso. Y Erma Sánchez, de Llanes, tortos de picadillo recién hechos. "De momento, está floja la cosa. Hay gente, pero paseando; muy poca compra. Pero bueno, esto es así siempre. Venimos más que nada por darnos a conocer", expresó Adrián González. Y aparte de puestos de venta, también hubo exhibiciones. Alfredo Martínez, de Tineo, llegó a Candás para mostrar cómo antiguamente se daba forma al hierro. Público concentró a porrillo. Entre ellos, al gijonés Alejandro Álvarez y a su hija Sara, de 10 años. "Todos los años vamos a la fiesta de Asturias. Presta mucho", declaró.

Sin embargo, hubo público más goloso, que prefirió llenar el buche lo antes posible. Los avilesinos Carmen Montalvo y Carlos Zurita así lo hicieron. Saboreando un trozo de empanada, cerca del mar, explicaban que les encanta Candás. "Venimos mucho. Los candasinos son muy majos y el pueblo está muy guapo", indicaban. Junto a ellos, pero no disfrutando de la comida, sino de las vistas, estuvieron los salmantinos, aunque residentes en Oviedo desde hace dos años, Santiago Barrios y Teresa Bravo. Ellos, aseguraron, nunca se pierden el Día de Asturias. Como tampoco los gijoneses Juan Carlos Fernández, "Juancar", Mary Carmen Acerete y sus hijos Bárbara y Alexis Fernández. Su plan era ayer pasar todo el día en la villa e incluso repetir juerga hoy. Eso sí, "si el tiempo nos acompaña", como indicaba Acerete. Y es que la previsión era que de tarde llegasen las nubes. No se equivocaron. Una intensa tormenta de casi media hora interrumpió la fiesta y obligó a algunos visitantes a coger el coche e irse para casa.

No obstante, pronto llegó la calma y con ella, más turistas. Muchos de ellos atraídos por la gastronomía local. Sobre las mesas no fallaron las típicas sardinas, las marañuelas y los culinos de sidra para pasar mejor el atracón. "Me encantan. Están buenísimas. Las mejores sardinas siempre las hay en Candás", comentaba Jesús Uría, en pleno festín, junto a su mujer Flor Canga. Los dos, con el pañuelo de "Asturies ye mundial" atado al cuello, siguieron con atención el concurso de escanciadores, en el parque Maestro Antuña. El ganador de la prueba fue Salvador Odón, de la sidrería Casa Cholo, en Pola de Laviana, que lidera la clasificación general.

Además de este concurso, durante el día hubo actividades para todos públicos. Desde una exhibición de deportes tradicionales y de traineras en el muelle hasta talleres infantiles, una muestra de la raza pita pinta asturiana, un concierto de tonada, actividades náuticas y bolos. Por la noche la protagonista fue la música folk con las actuaciones de Celso Díaz y la Banda de Gaitas El Trasno, en el parque de Les Conserveres. El sábado, la estrella fue Pipo Prendes, que emocionó una vez más a su público, con un repertorio variado, cargado de guiños a Candás y a Asturias, y acompañado por el coro Gabiana y por Chus Pedro.