Se acabó el verano. A pesar de que el Principado gozó en las últimas semanas de jornadas muy calurosas, el otoño hizo su aparición a las 4.29 horas (hora peninsular) de esta madrugada en Asturias cargado de orbayu.

En las últimas horas de la temporada estival, el agua causó graves estragos en varios puntos del oriente asturiano, que registró las precipitaciones más altas de toda la península. Garajes, viviendas y negocios inundados fueron el resultado de la monumental tromba de agua que a primera hora de la tarde descargó sobre Llanes. Los más de 100 milímetros de precipitación acumulada que registró el concejo obligaron a cortar calles como la de Egidio Gavito, que da acceso al centro de la capital llanisca. En la calle Religiosas Franciscana el agua llegaba varios centímetros más arriba de la rodilla. Los bomberos no daban abasto para achicar el agua que se acumuló en la plaza de Las Barqueras, inundando un estanco y una peluquería. El presidente del Club Marítimo de Llanes, Emilio Obeso, con un traje de neopreno, se afanaba en abrir las arquetas tras entrar en agua con mucha fuerza en una vivienda donde se encontraba una madre con sus tres hijos.

Más de 30 centímetros de agua tuvieron que sortear los vehículos que pasaron a las tres de la tarde por la carretera AS-263, que comunica Llanes con Poo, justo debajo del puente que conecta la zona del cementerio de Camplengu. En Celoriu, la calle principal se convirtió en un río. Las arquetas no eran capaces a tragar tal cantidad de lluvia. Detrás de la iglesia el nivel del agua subió tanto en tan pocos minutos que se llevó flotando dos contenedores.

Aunque el inicio de estación se presentó pasado por agua, a partir de mañana se esperan jornadas sin precipitaciones, con temperaturas que rondarán los 20 grados, según las predicciones de la Agencia Estatal de Metereología (AEMET), muy por debajo de los 27 grados con los que dio inicio el otoño el pasado año. Esta tendencia se mantendrá a lo largo de semana, hasta el domingo, día en que la probabilidad de lluvias será superior al 75 por ciento.

El otoño será más cálido de lo normal, especialmente en el Noroeste y Baleares, según datos de AEMET. En cuanto a precipitaciones, se prevé que el trimestre sea normal con respecto al periodo de referencia 1981-2010.

Atrás queda un verano que registró una media nacional de 22,9 grados centígrados, "unas temperaturas ligeramente más cálidas de lo normal, con 0,6 grados por encima del valor medio", afirma Ana Casals, portavoz de AEMET. Las temperaturas máximas se produjeron el 16 de julio cuando en Córdoba los termómetros alcanzaron los 42,9 grados. Las más bajas, el 2 de junio en Molina de Aragón (Castilla La Mancha), con una mínima de 1,6 grados. La portavoz indicó que este verano llovió ligeramente por debajo de lo habitual, con una media de 73 litros por metro cuadrado en España, lo que representa un 12 % menos. Asturias superó en junio la media, con periodos de lluvias intensas como los que se produjeron el 23 y 24 de junio.