La comisión de permanencia del Consejo Social de la Universidad de Oviedo resolvió ayer apartar de sus carreras a 36 alumnos que no han cumplido los requisitos de la normativa. Éstos podrán cambiar de carrera y retomar la elegida en primera opción dentro de dos años. De un total de 379 solicitantes que no lograron aprobar el número de créditos exigido para continuar sus estudios, el organismo autorizó la continuidad de 122 alumnos. Además, ahora se abre un plazo de dos meses para que más de un centenar de alumnos a los que les faltan datos por aportar, o que no alegan nada para solicitar la permanencia, tengan oportunidad de hacerlo.

Todos estos expedientes corresponden a estudiantes que no han aprobado ni 12 créditos (una asignatura anual o dos cuatrimestrales) en un año, a los que no han logrado superar 90 créditos en tres cursos y a los que, teniendo más de 90 créditos en tres cursos no han cubierto 48 créditos del primero, un supuesto que afecta por primera vez a los alumnos y que ha dejado fuera a once de los 36 alumnos expulsados.

La decisión fue adoptada tras estudiar las peticiones caso por caso y analizar la situación personal de cada alumno, como explicó a LA NUEVA ESPAÑA Ignacio Villaverde, secretario del Consejo Social, quien destacó que entre junio y septiembre dos de cada tres recursos han sido resueltos de manera favorable a los estudiantes.

A las peticiones mencionadas, se unen 30 presentadas fuera de plazo y 81 correspondientes a estudiantes que han acabado el curso de adaptación al grado o el propio grado y les falta el trabajo final. "En esos casos siempre se les autoriza un año de prórroga y todas ellas han sido estimadas", añade Villaverde. Otras corresponden a peticiones de convocatorias de gracia, que resuelve directamente el Rectorado.

La comisión analizó entre junio y septiembre un total de 623 solicitudes. Luis Rodríguez Muñiz, vicerrector de Estudiantes de la Universidad, se comprometió a mejorar la información a los alumnos sobre su expediente para evitar casos como los de quienes se han matriculado este curso a pesar de no tener los créditos mínimos exigidos, circunstancia que fuentes universitarias atribuyen a un fallo informático. Sobre la moratoria que reclaman los estudiantes en la aplicación de este reglamento, la Universidad señala que no hay posibilidad jurídica de llevarla a cabo.

Reivindicación

Mientras la reunión tenía lugar, varias decenas de estudiantes afectados por el régimen de permanencia protestaban frente a la sede del Consejo Social, coreando eslóganes cuestionando la excelencia de la institución ovetense o la labor de la directora de Universidades del Principado, Miriam Cueto. "Hay casos de estudiantes a los que les queda el trabajo de fin de curso y ya están haciendo prácticas y que, al tener pendientes créditos del primer curso, podrían quedar fuera", indicó Jorge Fernández Iglesias, alumno de Medicina y presidente del Consejo de Estudiantes de la Universidad. Fernández denuncia que hay 2.300 alumnos afectados por el reglamento de permanencia. A la vez, lamenta: "Al tiempo que nos bajan las becas y nos suben las tasas, se nos ponen cada vez más trabas".