"Los árabes basan los negocios en una relación de confianza". Lo dice Consuelo Busto, gerente de Sidra Mayador, con más de una década de experiencia exportadora en buena parte de los países de la Liga Árabe, que agrupa veintidós estados. Sabe de lo que habla: a su enviado comercial en la zona los clientes ya le invitan a las bodas de sus hijos.

Los embajadores de diecisiete de esos países han recorrido Asturias estos días para dar a conocer las posibilidades de sus respectivas economías al empresariado regional y para que más industriales se animen a hacer negocios en un área con amplias expectativas de desarrollo. El acto central de ayer fue el encuentro entre embajadores y empresarios. Se celebró en Oviedo. Fue toda una lección de diplomacia empresarial auspiciada por la Sociedad de Promoción Exterior del Principado de Asturias, Asturex, para la que no hicieron falta jaimas plantadas en el desierto ni despliegues de lujo oriental. "Para vender en el mundo árabe hay que ser competitivos y pujar con los países más poderosos de la tierra, como China". Así lo ve Constantino Martínez, presidente del Grupo Procoin, enfrascado en la reforma integral del hotel Sofitel de Argel, de propiedad francesa, y uno de los más conocidos de la capital.

Javier Ardura, empresario del sector de la joyería y de las nuevas tecnologías, y su colaborador, el exfutbolista del Sporting Belarmino Serrano, "Mino" en su época de jugador, explican que tienen un proyecto para hacer pulseras que conectan con internet a través del teléfono. Un capricho que consideran "exportable" a los ciudadanos de Emiratos, Arabia Saudí, Omán, Sudán, Libia o Qatar.

En nombre de todos los embajadores habló el decano en España de los delegados de los veintidós países de la Liga Árabe, representante de Argelia en España, Mohamed Haneche, quien destacó la necesidad de importar tecnología para aplicar en los países árabes el modelo de pequeñas y medianas empresas (pymes) operativo en Asturias y Europa en su conjunto. "Queremos importar tecnología, poder aprender con los socios sobre cómo se desarrollan las pymes", manifestó.

Haneche también felicitó al presidente del Principado, Javier Fernández, por impulsar medidas que "permiten y aseguran" la internacionalización de las empresas". "Esto nos anima y ayuda mucho para esforzarnos en la cooperación", recalcó.

Javier Fernández, por su parte, resaltó la importancia de la visita de los embajadores a la región, "con unas buenas credenciales", porque "este encuentro es una gran oportunidad en beneficio mutuo". El Presidente tampoco pasó por alto la importancia de la internacionalización como estrategia para paliar la crisis económica. A ese propósito responde el programa estratégico de internacionalización, acordado con la Federación Asturiana de Empresarios y las cámaras de Comercio.

De moverse en aguas internacionales también sabe bastante el director del área de energía y vicepresidente ejecutivo de Duro Felguera, Rafael Murillo. La empresa construye una central de ciclo combinado en Djelfa (Argelia), con un contrato que asciende a 544 millones de euros. "Ahora buscamos oportunidades en el resto de los países del Magreb, con un claro mercado para las empresas asturianas", señaló.

El delegado del Gobierno en Asturias, Gabino de Lorenzo, consideró el encuentro "decisivo" para las relaciones comerciales. Durante su intervención habló de la importancia de la seguridad ciudadana y del orden público en Asturias. A la jornada también acudieron la teniente de alcalde de Oviedo, Inmaculada González, y el vicepresidente de FADE, Fernando Alonso, quien animó a los embajadores a compartir proyectos con las empresas asturianas, y apuntó que de las 2.000 compañías que habitualmente exportan en el Principado, un 4 por ciento lo hace a los países árabes.