La visita oficial del ministro del Interior a Asturias no podía acabar sin visitar su rincón predilecto del Principado. La cueva de La Santina. "Venir aquí siempre es emocionante, es un lugar muy especial", afirmó Jorge Fernández Díaz. "La virgen de Covadonga es la patrona de Asturias y, de alguna manera, también la patrona de España por razones históricas que todos conocemos", añadió. Aunque no figuraba en su agenda oficial, el Ministro se convirtió ayer en un peregrino más en Covadonga. Su fe no fue siempre tan fuerte. Pero un viaje de trabajo a Las Vegas en 1991, en el que vivió una experiencia que él mismo califica como "muy especial", inició su reconversión definitiva.

Las patrullas de la Guardia Civil y de la Policía que aparecían por el camino a la Basílica anunciaban que no era un día más. Los turistas también repararon en ello. Y surgió la pregunta. "¿Quién vendrá?", comentaba una mujer con un marcado acento andaluz. "Es un pez gordo", adivinaba otra en catalán. "Me ha dicho un guardia que viene un Ministro", contaba un hombre. "El del Interior", añadía su mujer.

A las 12 en punto, Jorge Fernández se bajaba del coche oficial acompañado por el delegado del Gobierno, Gabino de Lorenzo. Ataviado con una chaqueta azul marino, un pantalón gris, camisa blanca, y zapatos y calcetines negros saludó a la comitiva que le esperaba a las puertas de la cueva: el Arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes; el Abad de Covadonga, Juan José Tuñón; el alcalde de Cangas de Onís, José Manuel González Castro; el jefe superior de la Policía de Asturias, Baldomero Araújo, y el jefe de zona de la Guardia Civil de Asturias, el coronel Juan Bautista Martínez-Raposo. Además de un importante grupo de curiosos que aplaudieron a su llegada y a los que el Ministro saludó cariñosamente, demostrando estar acostumbrado a las fotos al no pestañear casi ante el alud de flashes.

Con el "Madre, Madre" interpretado por la Escolanía, se inició la misa, oficiada por el Arzobispo. "Estamos contentos de tener hoy aquí al Ministro, de acogerlo en esta casa que no es nuestra, sino que simplemente la cuidamos", indicó Monseñor. En la homilía, dedicó parte de sus palabras a la defensa de la vida. "Estamos comprometidos con la vida en todos sus tramos: desde la defensa del no nacido que ya existe en el seno de su madre, cuya vulnerabilidad jurídica y física es de dolorosa actualidad, a la intemperie de los nacidos que sufren". Unas palabras que captaron completamente la atención del titular de Interior. Al igual que el Himno Nacional y el de Asturias interpretados por la banda de gaitas "Ciudad de Cangas de Onís" durante la celebración y que varios miembros de su equipo grabaron con sus móviles. Tras la misa, la comitiva al completo acompañó al Ministro hasta la Basílica y hasta la placa instalada enfrente de ella para conmemorar la visita del ahora Rey Felipe VI a Covadonga, el 24 de septiembre de 1980. Una fecha que nunca olvidará Jorge Fernández "porque era Gobernador Civil de Asturias en esa época y es el día de la Merced", contó sonriente antes de dirigirse al cóctel oficial en el Gran Hotel Pelayo que ponía el punto final a su visita al Principado.