El Arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, dedicó una vez más su homilía a la defensa de la vida; esta vez con motivo de la festividad de la Virgen del Pilar. "La vida de cualquier persona, especialmente la más vulnerable, como es la del no nacido, no puede terminar en un enjuague calculado de votos, porque la vida no se defiende por interés electoral sino por su dignidad intrínseca". Y añadió: "Que luego los cálculos se hacen mal, o la misma vida se hace rebelde, y pasa factura en las urnas a quienes no han sido claros o han trucado sus promesas incumplidas por otros intereses".
Además, Sanz Montes, aprovechó su discurso para pedir a la "patrona de la Hispanidad" que vele por la mesura y la sensatez de quienes tienen responsabilidades públicas "ante la unidad de un pueblo que ha convivido durante más de 500 años". En clara referencia a Cataluña, el Arzobispo subrayó que "hay juegos de secesión que no tienen sucesión". Y explicó que "son juegos prohibidos cuando una parte rompe la unidad por intereses inconfesados que pueden terminar en confesión ante un juez. Y si son cristianos, no estaría mal que antes pasaran por un confesionario", afirmó.
En su homilía, Sanz Montes tuvo palabras de agradecimiento para la Guardia Civil. "No hay situación en dónde nuestra vida pueda correr un cierto peligro mientras deambulamos, donde la Guardia Civil no esté como compañía amiga a nuestro lado. Y esto pagando el alto precio de la propia vida", destacó.
