Como si de un sábado de agosto se tratara, las playas y los parques de la región se llenaron ayer al calor de los más de 26 grados que registraron los termómetros en todos los concejos. Cientos de asturianos decidieron aprovechar este inesperado verano en pleno octubre para darse un chapuzón o pasear por las calles en manga corta. La afluencia de bañistas fue especialmente significativa en los arenales de la zona centro, donde muchas terrazas se quedaron sin sillas libres.

La máxima del día se alcanzó en Gijón y en Colunga, con 30 grados. Una temperatura que superó con creces la registrada durante casi todas las jornadas del pasado verano. Y que muchos aprovecharon para sacar el del armario el bañador, que habían guardado a finales de septiembre. Además, el mercurio llegó a los 27 grados en la cuenca del Nalón y superó los 26 en Oviedo, Mieres y Avilés. Similares cifras presentaron los municipios del Occidente, tanto los del litoral como los del interior.

El buen tiempo seguirá hoy, aunque con un descenso de las temperaturas de tres a cinco grados, en función de la zona. No obstante, el sol lucirá desde primera hora de la mañana y sólo se espera alguna nube para el final de la tarde. A partir de mañana, los cielos despejados irán poco a poco desapareciendo. Asturias regresará entonces entonces al otoño, tras este inusual paréntesis veraniego que a más de uno le ha cogido por sorpresa.