Para hacer un "flash" de granizado de melón con café, se mete melón triturado con hielo en una batidora. Se añaden dos expresos fríos, se revuelve bien, se introduce en el plástico de un "flash" y se cuelga en un soporte de tubos de cobre. Por tener la idea y saber hacer esto con mano maestra, el gijonés Adrián Fernández es el mejor barista de España. Anteayer se coronó por primera vez en un certamen nacional después de ser cuatro veces campeón de Asturias y de convencer también al jurado de la novena competición nacional de especialistas en la elaboración de bebidas derivadas del café. En Barcelona, delante de los otros dieciséis campeones autonómicos, Fernández añadió el título de España a los cuatro de Asturias y al tercer puesto que obtuvo en esta misma competición el año pasado.

Hizo el "flash", remedo cafetero de la golosina congelada infantil, y ganó con ella el galardón a la mejor bebida de especialidad. Con sus otras creaciones triunfó también en la competición parcial de los capuchinos más excelentes y se hizo finalmente con el premio gordo de campeón de un certamen que superó con creces sus mejores expectativas en cuanto a la calidad de las creaciones de los participantes.

El barista gijonés, siete años dedicado en serio al oficio, propietario de una tienda de cafés y tés en el centro de Gijón, pasó el lunes la primera criba para ser uno de los seis finalistas del martes y se hizo con la victoria aprobando también con nota el segundo examen. Sedujo a los jueces con su pericia en las pruebas de creación personal de cuatro expresos, dos capuchinos, dos combinados cafeteros con alcohol y dos sin. ¿Cómo? Se trata de saber, enseña el campeón, "escoger un buen café y de tener una buena técnica, creatividad al elegir las bebidas y pulcritud a la hora de trabajar, además de que se te vea suelto en el escenario, que se vea que es eso lo que haces a diario en tu local, que no llevas un guión aprendido".

Esta búsqueda del café perfecto es seria y exigente, y la prueba son las treinta variables que contienen las hojas de valoración de los cinco componentes del jurado -dos jueces sensoriales, dos técnicos y un "juez líder"-, pero el proceso tiene además algo de espectáculo. "Yo siempre trato de aportar algo para que el público se divierta", remarca el campeón, y en esta ocasión ideó para la competición de bebidas con alcohol un "trampantojo de cubalibre" en el que el café va en una botellita aparte, imitando la coca-cola, y que Fernández hizo en directo flambeando el ron con una "kettle", "un hervidor que produce mucha llama".

Son todas ideas originales y en el certamen de esta semana Barcelona el gijonés optó por no cambiar lo que funciona, por repetir el "flash" de melón y café que ya había elaborado con éxito para ganar su cuarto título de campeón regional. En la final, cada participante dispuso de dieciséis minutos para elaborar cuatro expresos, dos capuchinos decorados cuatro "bebidas fantasía", dos con alcohol y dos sin alcohol, cuya base y sabor dominante debe ser el café.

El premio de Adrián Fernández, campeón de España por delante del valenciano Javier Carrión y del madrileño Luis Torrealba, es un viaje a Uganda, el primer productor de café de África. Su primer triunfo llegó en la edición número nueve de un certamen que además de repartir premios a la pericia y la creatividad asume la doble vocación de promover la difusión de la cultura del café en España, que cuenta con uno de los consumos per cápita más bajos de Europa, y prestigiar la figura del barista como profesional especializado en la elaboración de bebidas a base de café.