El denominado "veroño" (fusión de verano y otoño) trae de cabeza al campo asturiano y, en general, a todo el mundo. Las temperaturas más bien estivales que ha habido en el primer mes de la estación otoñal no sólo han pillado a muchos con el pie cambiado (que si la ropa y el calzado de verano ya en el armario guardados, que si los chiringuitos de la playa cerrados a cal y canto para disgusto de los bañistas...), sino que ha logrado engañar a la sabia Naturaleza.

"El árbol está totalmente confundido". Sentencia Fermín Díaz, secretario de la cooperativa de zumos y derivados de manzana y kiwi Agrecoastur, con respecto a un pumar de su finca naveta de La Roza que despide octubre con un par de flores, cuando debería comenzar a perder hojas. Es una estampa más que sorprendente: mientras que su mujer, la cosechera María del Rosario Vega Díaz, se encuentra en plena recogida de la manzana, uno de los árboles de la variedad regona ha echado dos flores.

Y así ha sucedido en otras pumaradas de la Comarca de la Sidra o de Gijón. Hace unos días que en La Roza descubrieron los brotes. "Nos sorprendió porque no es frecuente", asume Díaz. Aunque no es la primera vez que ocurre en estos últimos años en los que parece que el tiempo ha enloquecido. En el caso de los manzanos, las temperaturas más propias del verano han provocado un cambio en el ciclo habitual y echan flor pensando que ha llegado la primavera.

Pero, ¿cómo puede afectar esta situación al manzano? Fermín Díaz argumenta que "todo lo que pase fuera de tiempo es anormal y es un problema para el árbol". En el caso del pumar, éste necesita acumular un número determinado de horas de frío, por debajo de los 8 grados, entre los meses de noviembre y marzo, que es lo que permite que su sistema hormonal controle el ciclo. "Ahora está desorientado", insiste. "Está gastando unas energías que necesitará en su momento". Eso sí, no hay mal que por bien no venga, porque el buen tiempo ha ayudado mucho a los productores de manzanas, que han disfrutado de sol y calor en su justa medida para facilitar la recogida de la fruta.

No obstante, todo parece indicar que al tan mentado "veroño" le quedan las horas contadas, pues la previsión meteorológica a partir del fin de semana es una bajada bastante destacada de temperaturas y lluvia. Lo que no se atreven a decir los meteorólogos es si el "veroño" se ha ido para siempre o todavía estará presente en noviembre.