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Tras los pasos del cava, la sidra también podrá ser brut, extra brut o brut nature

El cambio de reglamento para la sidra y las bebidas derivadas de la manzana abre un nuevo horizonte a los elaboradores, que tendrán más facilidades para llevar sus productos a mercados internacionales, perfectamente identificados, a partir de un nombre que irá en la etiqueta, al lado de la marca y de las características básicas del producto. La sidra espumosa que se elabora en Asturias sigue así los pasos de sus primos hermanos los vinos, los cavas y el resto de vinos espumosos, que disfrutan hoy de alto predicamento entre los consumidores.

En esa línea se enmarca la introducción en la normativa de los términos brut, extra brut y brut nature, para definir sidras con bajos porcentajes de azúcares, que ahora también quedan fuera de la catalogación que lleva a cabo el reglamento vigente de 1979, que establece las categorías de seca, semiseca y dulce. La ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, ya anunció el pasado 10 de junio la adopción de unas normas de calidad para la sidra, similar a las de las bebidas espirituosas y los ibéricos, entre otros, a fin de adaptarla a las innovaciones experimentales.

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