El acto de homenaje de ayer tuvo también un tono reivindicativo por parte de un grupo de integrantes de la Red Diálogos Feministas (que agrupa 16 organizaciones asturianas), quienes mostraron camisetas de color naranja con el lema "Su ausencia deja huella", en referencia a las mujeres (y también niñas) asesinadas por la violencia machista. "Este crimen ha sido un epílogo bastante indeseable de los actos del 25-N, Día Internacional de Lucha contra la Violencia de Género", indicó una de las integrantes de esta plataforma, Begoña Sánchez. Las asociaciones aprovecharon para reclamar medidas de protección también para los niños. Esta Red denunció la semana pasada que Asturias sigue siendo la región, con Cataluña, donde más órdenes de protección se deniegan, un 60 por ciento.

Este asunto colea desde hace tiempo y, en las reuniones del Observatorio de la Violencia de Género, se trasladó a la Fiscalía la preocupación por este bajo nivel de concesión de órdenes. Aunque el rechazo a las solicitudes se moderó momentánamente, se ha vuelto a los niveles anteriores, de forma que seis de cada diez maltratadas ven rechazada su petición de medidas de protección. El Observatorio analizará la semana que viene las actuaciones para acabar con la lacra de la violencia de género y se analizará en especial el caso de las pequeñas asesinadas. El juez denegó una orden de alejamiento a la madre de las pequeñas el año pasado, al considerar que no había sufrido violencia física y no existía un riesgo objetivo. La mujer permitió que su expareja siguiese viendo a las menores, dado que nunca las había agredido y el cariño que profesaban a su padre.

El consejero de Presidencia y portavoz del Ejecutivo autonómico, Guillermo Martínez, no entró a valorar si se ha producido "indefensión" de la madre y las niñas en este caso, pero sí quiso dejar claro que "en Asturias sí se da en este ámbito un trabajo coordinado y que hay una especial sensibilidad para acabar con esta lacra".