El economista José Feito (La Habana, 1943), experto en desarrollo rural y uno de los precursores de la aplicación del programa "Leader" en la región, no quiere una Asturias plana, gestionada como un todo unificado. Feito, que vive en Salas desde niño, aboga por una región en la que tenga cabida una ganadería de leche extensiva (la que se adapta al territorio), una Asturias más parecida a la montañosa Suiza, similar en su orografía, que a la Alemania que tan bien conoce. Y es que Feito estudió el Bachillerato alemán en Leipzig y cursó Economía Política de los periodos de transición en Hochschule für Ökonomie (Berlín), Vincennes (París), y los estudios de profesor mercantil en Oviedo. Su actividad profesional, desde 1983 hasta el presente, estuvo centrada en el desarrollo económico vinculado a territorio y en la viabilidad de pequeñas empresas. También es auditor de cuentas en excedencia y ha colaborado con el catedrático Antonio Vázquez Barquera, de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de Madrid, en cuestiones relativas a desarrollo local.

-Europa inicia periodo económico y un plazo de siete años para la aplicación de un nuevo programa de desarrollo rural "Leader". ¿Es optimista?

-La terminología es importante. El programa "Leader" alude a las interacciones económicas de desarrollo rural, con un enfoque "bottom up", de abajo arriba, y se inscribe en una corriente de ideas que nace en los años setenta. "Leader" es lo contrario a lo que significa "líder". Se trata de la conexión con los grupos dinámicos de la sociedad, que no se corresponden con las mayorías políticas. No pueden hacerse programas de este tipo desde los gobiernos regionales o municipales.

-¿Por eso se crean los grupos de acción local?

-Claro. Pero al margen de eso, también es necesaria otra metodología para detectar los potenciales de desarrollo y los estrangulamientos, a fin de poner en marcha medidas que desbloqueen esos obstáculos. No se trata de toneladas de millones, sino de contacto directo y permanente con la gente. Se supone que el diagnóstico es más eficaz cuanta mas cercanía se tenga al problema. Pero no ha sido interpretado así.

-Habla desde la experiencia como exgerente del grupo del Valle del Ese...

-Una corriente minoritaria y derrotada, con la que me identifico, defendía el desarrollo endógeno de los territorios. Ha triunfado la interpretación más opaca de la normativa de los planes de desarrollo rural y del "Leader", convirtiéndolo en "líder". En Asturias se ha malinterpretado.

-¿Qué quiere decir?

-El programa ha pasado a ser controlado por los ayuntamientos, que han obviado la metodología propia de este programa. Los alcaldes han entendido que el Gobierno regional les daba un dinero para que en su ámbito local ganasen elecciones utilizando procedimientos clientelares.

-Pero la sociedad participa de forma mayoritaria en los grupos y en sus decisiones.

-No he visto el debate, en ningún sitio. La sociedad y quien la dirige tienen una influencia mutua. El Papa Francisco les dijo a sus clérigos que "la corrupción de los que están llamados a ser los mejores es lo peor"; la cuestión de la transparencia en Asturias ha sido siempre secundario, cuando precisamente la clave del asunto está ahí.

-Ahora se debate una ley de Transparencia para Asturias.

-Me alegro de que al menos no te condenen por sacar el tema. Algo es algo.

-¿La ganadería láctea sigue siendo un pilar del desarrollo rural?

-Es una cuestión básica. Me refiero a la ganadería competitiva, no la que se ha fomentado en Asturias, en minifundio parcelado, orientada mediante incentivos hacia la producción intensiva de leche de vaca, con animales de alto coste y corta vida.

-¿Ese modelo puede dar la puntilla al sector, con el fin de las cuotas decretado para el mes de abril?

-Esto está semicolapsado. Ha disminuido el número de cabezas productoras y también las ganaderías. Se puso el acento en la cuota láctea, cuando casi nunca llegamos a alcanzar los cupos asignados. Se nos decía que el problema de las explotaciones era de innovación tecnológica y gestión, y no era eso, era la insuficiencia de base forrajera.

-Querrá decir su insuficiente utilización...

-Sí. De forma paralela se abandonaron las extensas laderas comunales, gestionadas por los ayuntamientos, puestas a rendir opacamente con eucaliptos, canteras y parques eólicos.

-Militó en el PCE veinte años. ¿Porque lo dejó?

-El socialismo tendría que ser un sistema económico superior, con una productividad superior con un reparto más justo. Pero la planificación central fracasó.

-¿El socialismo perdió el sentido para usted?

-Si no funciona la economía viene el populismo. Marx lo tenía claro. Una cosa es el plano moral y otra el material real. En este país es de una terrible irresponsabilidad querer poner la Guerra Civil en el debate. En 1956 el Partido Comunista decía: "La Guerra la hemos perdido todos, se trata de reconstruir España".