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MIGUEL ÁNGEL ÁCERO | Experto en e-commerce y seguridad digital

"España es una referencia en la legislación sobre la protección de datos"

"Cuando utilizamos las redes sociales facilitamos información sobre nosotros y autorizamos a las grandes corporaciones a que la usen"

Miguel Ángel Acero, ayer, en la sede de CTIC, en Gijón. JUAN PLAZA

Miguel Ángel Acero es experto en innovación y tecnología de CTIC Centro Tecnológico, y experto en e-commerce (comercio electrónico) y seguridad digital entre otras materias, todas ligadas a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. Coincidiendo con la celebración del Día Europeo de la Protección de Datos, Acero analiza la situación actual del uso de la red y sus consecuencias.

-¿Qué abarca la protección de datos cuando se trata del uso de las nuevas tecnologías de la comunicación?

-Es un concepto bastante amplio. Para comprender y ver el alcance a nivel de legislación, es la Agencia Española de Protección de Datos la que marca la pauta. En líneas generales se refiere a todos los datos de carácter personal, cualquiera que sirva para identificar a una persona. El abanico es muy amplio, desde la dirección postal y datos bancarios hasta la edad, el sexo, los parentescos, los datos profesionales, el numero de la Seguridad Social, y también la actividad física, es decir, el geoposicionamiento, la navegación a través de Internet...

-Todos esos datos los facilita uno mismo al utilizar las redes sociales.

-Sí. Cuando utilizamos Facebook, Linkedin, Instagram... En el momento en que usamos Internet, las redes sociales, compartimos datos que deberían estar cumpliendo la normativa española y la Ley de Seguridad de Servicios de Información y Comercio Electrónico. Lo que ocurre es que hay empresas, como Facebook y Linkedin que no están asentadas en España y no cumplen con estas normativas. Y somos los propios usuarios los que les autorizamos a utilizar los datos para que los analicen a nivel de comercialización. Así saben nuestros gustos y nos pueden llegar a lanzar publicidad segmentada. El usuario debe ser consciente de esa problemática y del uso que las compañías pueden hacer de esa información.

-Y darse de baja es una complicación.

-La Comisión Europea es consciente de esta situación y ha actuado con Google, que también maneja estos datos, permitiendo la posibilidad que da el "derecho al olvido" para que se borren los datos personales y no aparezcan cuando tecleas tu nombre completo.

-En los móviles se pueden descargar cantidad de aplicaciones, ¿eso también revela datos de cada usuario a esas grandes compañías?

-Por supuesto, pero por ejemplo Android lleva incorporada una aplicación que monitoriza toda la actividad del día a día del usuario y Google la almacena y la utiliza para lanzarte recomendaciones. Es una propia funcionalidad del dispositivo que se puede tener actividad o no.

-¿Con las aplicaciones gratuitas ocurre lo mismo?

-A nivel de comunicación lanzamos servicios que no son gratuitos. Si acceden es porque somos un producto, no un cliente. Esa aplicación gratuita es para que la gran corporación trate la información. Me explico. Ellos saben que hay un ciudadano que va todos los días a trabajar en su coche de tal sitio a tal sitio, cuánto tarda por la mañana y cuánto por la tarde al regresar, dónde va cuando descansa, si viaja y a dónde va... Toda esa información se usa para monitorizar la actividad física que realizan, por ejemplo, los ciudadanos de una determinada localidad. Con eso se puede ofrecer al Ayuntamiento unos datos fundamentales, por ejemplo, para elaborar un nuevo plan de movilidad urbana.

-¿Pero esa gran corporación sabe concretamente datos de cada ciudadano?

-Están obligadas a mantener la privacidad de la información, y así lo están haciendo. Monitorizan los grandes datos, pero sin nombres y apellidos.

-Entramos ya en el mundo del "big data"...

-Que es la gestión de esos datos. Es el acceso en tiempo real con una gran fiabilidad a un gran volumen de datos y con gran veracidad. Esos datos, con procesos de análisis, son generados por dispositivos móviles, a través de Internet, de sensores colocados en la ciudad, en relojes y pulseras inteligentes... Los llevamos físicamente, se conectan a la red y los datos van a la nube. Igual que la gestión domótica. Saben cuándo llegamos a casa, los niveles de luminosidad que utilizamos, la temperatura de nuestro domicilio... Esa información que se genera se comparte en la nube. Todo eso se procesa con procedimientos "big data" y permiten mejorar el nivel de gestión del día a día y ofrecer mejores servicios.

-¿Y los datos de salud?

-Esos son de especial protección, diferente a los de la actividad diaria.

-¿La legislación cubre todos estos aspectos que usted relaciona?

-La tecnología avanza más rápido que la legislación. La Ley es del año 1999, pero hay nueva jurisprudencia actualizada. La recomendación esencial es que la tecnología ayuda y crea valor, pero a cambio de perder algo de privacidad. En Estados Unidos, y en los países anglosajones en general, ese concepto de privacidad es diferente al de Europa, más laxo.

-¿Y España en comparación con otros países?

-España es un país de referencia en el ámbito legislativo en protección de datos. La normativa en la gestión es estricta y la Agencia Española es la que impone mayor número de sanciones al año, aunque no lo puede controlar todo.

-Europa y Estados acaban de suscribir un acuerdo que permite la vigilancia por Internet en la lucha antiterrorista y que inicialmente criminalizaba a quien consultara determinadas páginas relacionadas con esta cuestión. ¿Cómo puede afectar esto a los periodistas e investigadores que navegan para buscar información?

-La nueva legislación establece que entidades de seguridad nacional pueden rastrear la información. Pongamos como ejemplo a un periodista que rastrea páginas comprometidas y saltan las alarmas. El análisis inteligente de los datos permitirá comparar diferentes bases de datos que permitirán contrastar dónde trabaja, si tiene antecedentes penales y por qué, qué actividad diaria tiene... Con todo eso se sabrá si esa persona requiere o no un seguimiento específico. Pero ocurre lo mismo con la pederastia. El acceso a internet es una ventaja, y si no tienes nada que esconder, como usuarios no hay nada que temer.

-En España y en especial en Asturias, hay reticencia a comprar por Internet por temor a ser víctima de un fraude o robo. ¿Es fácil que eso ocurra?

-Eso es un fraude bancario, no un aspecto vinculado a la protección de datos. El acceso a la tarjeta puede ir por algún tipo de aplicación instalada en el equipo informático y facilita a un "hacker" acceder a la información. Pero le puede ocurrir no sólo al realizar compras por internet, sino al pagar con tarjeta en un restaurante o en cualquier sitio. Hoy en día existen numerosos seguros para proteger al usuario y generar confianza en la venta on-line.

-Oiga, provoca cierto temor saberse vigilado por Internet.

-Imagínese en Londres, donde existe un volumen altísimo de cámaras por toda la ciudad, registrando todas las caras que están monitorizadas y sometidas a "big data" en tiempo real. No, no se trata de generar miedo. Si tu actividad es la normal, se supone que cedes algo de tu privacidad a cambio de mayor seguridad y mejora de servicios.

-Dé por favor una recomendación para el uso responsable de las redes sociales.

-Lo más importante es tener conciencia de lo que significan. Es muy importante tener una correcta configuración de la red social que utilicemos, acotando las personas con las que se comparte la información y evitando a las que son ajenas. Y mucha precaución con las fotos y sobre todo de los menores. Las redes sociales tienen un gran beneficio, pero también suponen un riesgo que hay que tratar de minimizar.

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