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Indignación en el PSOE y el PP por el "ridículo" de la "comisión Villa" en la Junta

IU cree que las denuncias "ya eran conocidas"

La mujer y los hijos de Villa, tras su comparecencia en la Junta General el pasado lunes. LUISMA MURIAS

Indignación en el PSOE y el PP por "el ridículo" del que está siendo escenario la Junta General del Principado con la "comisión Villa". La primera semana de comparecencias en el Parlamento asturiano sobre la "fortuna oculta" de exlíder minero José Ángel Fernández Villa, el personaje más influyente de la política asturiana durante tres décadas, y sobre la gestión de los fondos mineros, ha permitido a los distintos grupos un primer balance en el que coinciden casi todos: la imagen no es nada buena. Pero los partidos discrepan en los matices. Socialistas y populares entienden que el deterioro perjudica a la institución parlamentaria; Izquierda Unida cree que alguna de las comparecencias sobraba, mientras que el presidente de la comisión, Ignacio Prendes, de UPyD, sostiene que la comisión ha permitido sacar "una radiografía de la estructura que gobernó Asturias 30 años", aunque reconoce que "el retrato" visto estos días en la Junta "no me gusta".

El Grupo Socialista tiene previsto expresar mañana su profundo malestar por la deriva de la "comisión Villa". Los socialistas aseguran que no van a "contribuir más al deterioro y al descrédito de la institución" parlamentaria asturiana. Fernando Lastra, portavoz del PSOE en la Junta, sostiene que sería "un inconsciente si no viese el ridículo al que se está llevando a la Junta". Los socialistas apuntan al presidente de la comisión, Ignacio Prendes, como gran responsable. "No podemos permitir que un diputado arrastre a toda la Cámara", indican los socialistas en alusión al representante de UPyD. Lastra admite las "ganas que tengo de librarme de este ridículo".

La forma de materializar esa profunda irritación que ha causado entre el PSOE la comparecencia de algunos de los citados será inhibirse de hacer preguntas o de intervenir en el desarrollo de las sesiones de la próxima semana. Los socialistas subrayan que no quieren vetar ninguna investigación sobre el "caso Villa". Insisten en ello conscientes de que dar esa imagen pública les perjudica. Sin embargo, destacan que hasta el momento nadie ha aportado "ninguna pista sobre el origen" de la fortuna del exlíder del SOMA, lo que motivó la comisión. Por contra, los socialistas se han encontrado con que algunos comparecientes, "sin prueba alguna", se han limitado a "calumniar". No ocultan en el Grupo Socialista el profundo malestar que les han producido los testimonios de "algunos personajes cuya sola presencia allí es delictiva". "No se puede afirmar nada sobre nadie, por muy impresentable que sea, sin aportar pruebas", insiste Fernando Lastra. El enfado de los socialistas es especialmente intenso en lo referente a dos comparecientes: el exsindicalista de UGT Antón Saavedra y el sindicalista de USO, Luis Vía. Ninguno, tal y como reconoció en la comisión, podía aportar pruebas documentales sobre las acusaciones que hicieron. El primero, sobre la existencia de una "trama carbonera" y el cobro de "mordidas" varias, y el segundo, sobre que el SOMA percibía anualmente 400.000 euros del Hunosa para organizar la fiesta minera de Rodiezmo. El PSOE afea incluso las intervenciones del presidente de la comisión, Ignacio Prendes, quien espetó al constructor del geriátrico de Felechosa que su empresa había dado un "pelotazo de los importantes" con esta obra para el Montepío de la Minería financiada con fondos mineros. Los socialistas subrayan que, de momento, ningún aspecto de la investigación abierta por la Fiscalía Anticorrupción ha relacionado a este empresario con el dinero que Villa blanqueó.

El portavoz del PP en la comisión, Fernando Goñi, tampoco ha ocultado el malestar de su grupo con los derroteros de la investigación parlamentaria y en particular con la labor del diputado de UPyD, Ignacio Prendes. "Esto es impresentable y todo a mayor gloria del presidente de la comisión", se quejó en los pasillos anexos a la sala Jovellanos, por la que ya han desfilado una treintena de comparecientes y donde aún queda escuchar a otros tantos. Al diputado popular le molestó que Prendes se pasara del tiempo que dispone para hacer preguntas en alguna de las comparecencias pero, sobre todo, que "pretenda convertir esta comisión en una causa general desde la presidencia de la comisión, que no procede". Goñi, ante el rumbo de las comparecencias, recortó de manera sensible su turno de preguntas, que suele iniciar en la mayoría de los casos con la misma interrogante: "¿Tiene alguna prueba o indicio que pueda darnos algo de luz sobre el origen de la fortuna de Villa".

Luis Álvarez Payo, de IU, considera que la comisión Villa arrancó con un déficit. "No se fijaron los objetivos adecuados. El alcance es demasiado amplio y el contexto electoral también distorsiona". De la primera semana de comparecencias, dice que "algunas denuncias ya eran conocidas y se repiten planteamientos"; no se explica alguna de las citaciones pero reconoce "la potestad de cada grupo porque al final se aceptaron por unanimidad todas las propuestas".

"A mí tampoco me gusta ver ese retrato", valora el presidente de la comisión, Ignacio Prendes, quien defiende la utilidad de la comisión. "Ha servido para colocar en sus justos términos al personaje de Fernández Villa y también para que acerca de determinadas cuestiones no se hable sólo fuera del Parlamento". A juicio de Prendes, la primera semana de comparecencias "ha ofrecido una radiografía de la estructura que ha gobernado Asturias en los últimos 30 años". En su opinión, "es muy bueno y muy sano que se visualice el retrato de un modelo de poder". El diputado magenta valora que "se hable de estas conductas en el Parlamento asturiano y no sólo en los chigres. Es el retrato de una clase política y de una época. En cuanto les hemos puesto los focos hemos visto la calidad de estos personajes", afirma Prendes, que ya ha sacado algunas conclusiones: "Hay silencios muy significativos, muchas complicidades con gente mirando para otro lado y la constatación de que los fondos mineros han sido la gran oportunidad perdida para la clase sindical y política de Asturias".

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